miércoles, 22 de octubre de 2014

RUTA HASTA DONIÑOS



A LAGOA DA FROUXEIRA

Pues hoy he cogido la bici y me he ido a Doniños.
Salí muy temprano por la mañana, de hecho aún no había amanecido. El paseo del lago es precioso también sin luz.
Al final 53km. En cuanto le ponga las ruedas finas a la bici, seguro que ruedo mejor.
Preciosa mañana.

SALIENDO DE NOCHE

MANDIÁ

DONIÑOS

VIVA EL OTOÑO

CAMINOS DE SIEMPRE


LLEGADA VALDOVIÑO

lunes, 20 de octubre de 2014

CASTILLO DE MOECHE






Hoy me he hecho la ruta desde casa hasta el castillo de Moeche, y vuelta por supuesto.
51Km. Y decisión tomada, ya tengo que volver a las ruedas finas mixtas, con 2,25 de anchura y tacos, no voy a avanzar mucho más.
Hoy la ruta resultó agradable, aunque quizás esta temperatura que tenemos a finales casi de octubre me está llegando bien.
La vuelta al llegar al cuestón del Trece me resultó ya un poco dura, y estuve a punto de subir andando, no lo hice y la preparación continúa inamovible.
Lo mejor llegar a la playa y que te estén esperando para tomar un tercio bien fríos y un pincho de mejillones.
La bici de cine, la ruta de las más bonitas, y yo pues encantado.







                                         



sábado, 18 de octubre de 2014

LOS SÁBADOS SON NUESTROS


Pues bien llevamos tres sábados de ruta Lolo "parlanchín" y yo. El primero nos hicimos una pateada por la Ruta Artraba de Campelo a Ponzos. Espectacular. El segundo fue su primera ruta en bici hasta el Faro. Y yo me lo he llevado al castillo de Narahio y al de Moeche. Parece mentira que en un semicírculo de 30 kilómetros desde nuestra casa tengamos tantas posibilidades, y que no las hayamos explotado a conciencia. 
Hoy el viento de ayer parece que se fue lejos, y el sol marcaba la diferencia. Mucha calor, y toda la mañana por delante nos parecían un tesoro.
Nos acercamos al castillo de Narahio al que subimos por la senda abierta, aunque los tojos reclaman ya su espacio y tratan de cubrir, lo que durante el verano los turistas han despejado.
Descubrimos casi al pie de la torre un área desde la que salen varias rutas pegadas al río Castro. Así que próximamente tendremos nuevos caminos para explorar.
Después fuimos al castillo de Moeche. Al grito de "Vivan os Irmandiños" llegamos a la puerta, y una chica que venía detrás, nos abrió y nos enseñó el patio. Como era ya un poco tarde, dejamos el paseo por las almenas y la ascensión a la torre para otro día. Esa parte es de pago, pero la restauración creo que vale la pena. 
Ya fuera le enseñé a Lolo el foso, pero no tenía cocodrilos, así que se desilusionó un poco. Mientras rodeábamos la muralla le expliqué un poco la historia, y como los de dentro eran los señores que tenían a los de fuera "asoballados", es decir explotados a diezmos y sin posibilidad de decir sobre sus tierras casi. Así que un día estos, se levantaron y tomaron el castillo. Sorprendentemente me respondió que claro que no hay derecho. Unos tan ricos y los otros tan pobres. Que todos deberían de compartir el dinero......... y no cuento más!! Grande Lolo.
La cuestión es que los sábado se están convirtiendo en algo especial con Lolo, y seguiremos abriendo nuevas actividades para no quedarnos en casa medio dejando que la vida pase sola.
Tenemos varios en vista, subir al monte de Campelo, hacer la ruta del río Xubia, explorar la Capelada, y en cuanto le pueda comprar el traje de invierno, alternar todo esto con sesiones surferas de aprendizaje. 
Que bien lo voy a pasar.
Y tú Loliño, no te olvides de que ahora somos los locos exploradores, y cuando leas esto, recuerda nuestras andanzas. Y de aquel loco que te metía entre las zarzas y los tojos, como quien va por la calle con sus mejores galas. 
Enxebre is better!!













jueves, 9 de octubre de 2014

CINCUENTA Y OCHO

Viéndote marchar me dí cuenta de cuanto te quería.
Había sido un verano complicado aquel, y los días se sucedían como a trompicones. No había acabado uno, cuando el otro ya llevaba un rato amaneciendo.
Todo lo que quedaba atrás eran botellas vacías, estrellas brillando sobre las cabezas y muchos sabores y alientos distintos.
La soledad se había evaporado entre las idas y venidas de la gente que aparecía y desaparecía por mi casa, sin invitación y con ganas de quedarse. Las habitaciones tomadas por espectros que dormían por los suelos, bebían y bailaban todas las noches las mismas canciones. Tablas de surf, guitarras, arena y ceniza se esparcían por cada rincón de cada estancia. Dos gallinas, un trozo de escalera de madera, algunos restos de comida y mucha ropa tirada de todo tipo.
Mujeres desiguales, algunas bellas y otras casi, me deseaban buenos días por el pasillo, la cocina o el comedor y compartían ducha conmigo y un flotador playero con forma de cocodrilo.
Los cuerpos de los desconocidos aparecían por las habitaciones con o sin ropa, e incluso recuerdo que durante tres días un tipo vestido con un traje de novia lleno de lamparones de vino, dibujaba grandes flores por las paredes a la vez que fumaba un porro y escribía frases entrelazando los tallos de sus dibujos. Leí - "Si no hay tiempo sentémonos a esperar".
Te llegué a olvidar por completo, mientras mi rutina era fuera de lo común, o más bien inexistente.
Mis manos tomaban lo inmediato y accesible. Cuerpos cálidos que llenaban mi cama y vaciaban mi alma.
Ron y marihuana me llamaban para quedar en el sofá. Los cigarrillos me acompañaban mientras observaba a aquellos extraños haciendo de mi casa un verano sin fin y un desolado lugar extrañamente apacible por momentos.
Sólo ella, que venía de otro país como tantos, me hizo dudar. Hacía el amor como si su vagina tuviera fecha de caducidad y se acercara vertiginosamente. Bailábamos y bebíamos mientras nuestros ojos se contaban historias de desesperación y tortura.
Seis días de 24 horas estuvimos juntos. La llevé en la moto por todas las playas de la zona, sin casco, fumando y cantando mientras el acelerador hacía ensordecer nuestras voces a los demás. Comíamos en las terrazas de moda, con los pies encima de la mesa. Nos dábamos largos baños de sol y de mar, en pozas desconocidas por la mayoría. Surfeamos acantilados imposibles y volvíamos a casa cada noche, sedientos.
Pero se fue. Y no era su cuerpo, ni sus palabras. No eran nuestras conversaciones interesantes sobre el interés de dios en que fuéramos unos desgraciados, o la importancia de mirar alrededor cuando te sientes con ganas de odiarlos a todos. No. Era su olor. Que casaba perfectamente con sus movimientos al bailar. Con sus carcajadas ante mis estupideces. Con su pelo volando entre mi cara cuando era ella la que conducía mi moto. Con su voz cantándome en el sofá.
Y aún así, con ella, aún pensaba en ti, y en como te fuiste. Y en como nunca volverás a mi, porque lo que pudo ser, se estropeó para siempre. Tuvimos un rato en todos aquellos años. Fue un rato mágico y ojalá nos hubiéramos agarrado bien fuerte a el, pero se nos escapó entre un millón de amaneceres idénticos, y atardeceres lánguidos.
El otoño llegó y todos desaparecieron. Me quedó mucho que limpiar, dentro y fuera de mi. Un sinfín de números de teléfono que no marcaría nunca, y el recuerdo de ella, por encima de todas las demás.
Ahora, escribo frente al ventanal junto a la chimenea, viendo la playa de lejos. Y me emborracho solo. Y huelo aquel pañuelo que ella me dejó, y huelo tú colonia que escondí para que no te la llevaras. Y vuelo conduciendo la vieja moto por las playas, y terrazas. Y canto solo, canciones que siempre quise escribir para mi. Unicamente para mi. Y hablan de ti. De las demás. De cada rincón, los limpios y los infectados de miedos e inseguridad. Pero sobretodo mis canciones hablan de lo vivido y lo soñado, y no llego a diferenciarlo. Puede ser el ron, es posible.
Hemos vivido lo mejor de cada uno, y no daba para más.
Te echo de menos, y me gustaría llamarte y charlar, pero no sé si lo cogerás. 58 veces lo intentaré, porque pese a todo eres mi vida, aunque quiera vivir otras.

viernes, 5 de septiembre de 2014

POCO A POCO POCO A POCO

La verdad es que sufrí. Con pasión y una sonrisa, pero sufrí de lo lindo.
Amaneció precioso el día, despejado y con una capa densa de niebla baja, que no llegaba a afectar a nuestra casa.
Después de los dos yogures de rigor, y con los ánimos de Aran, que no sé si es porque salga a hacer deporte o por que me vaya de casa y la deje tranquila, cogí la bici y me largue.
Pensé en cambiar un poco la orientación de las salidas, así que me fui hacia el norte esta vez.
Dejé atrás la colina bajando por entrerríos de arriba, y salí a la general en el cruce del colegio.
Desde ahí por la carretera hasta el desvío de casa de Héctor(O Mirador do Paraño), donde ya seguí por la carretera de la costa.
Tranquilidad en una apacible mañana de septiembre. Gente surfeando la derecha de la Percebelleira, y la niebla desapareciendo, dejando paso a un sol achicharrante.
La cuesta del O Barco das Fabas(Furao) hacia Pantín se me hizo fácil, y después tan sólo tenía que dejarme llevar hacia la playa poco a poco.
Me las prometía felices y al llegar al Aqualón, además de ponerme de mal humor al ver todo el circo montado de las escuelas de Surf, comenzó mi calvario.
Subir por la antigua casa de Titín ya me avisó, pero tras bajar Baleo (que malas olas había por cierto, no vayáis nunca), los llanos y las bajadas desaparecieron. Y en su lugar una retorcida y tortuosa cuesta sin fin (the fucked endless uphill) fue abriéndose delante de mis ruedas.
Todo esto para los que estéis en forma, o seáis ciclistas serios, os parecerá una chorrada. Pero para mi esa cuesta, el día de hoy, fue sencillamente demoledora y cabrona.
Al final conquisté Punta Conguito, y me dispuse a bajar hacia Vilarrube.
Hay un pequeño cambio de rasante, y al llegar casi arriba, distingo a dos caminantes(senderistas en cool speak), que atrapan (literal) a su perro pastor de Brie ENORME, antes de que yo pase. Ahora dudo si era un De Brie(siempre me gustaron) o un Snauzzer Gigante de esos. Total, que paso y amigablemente les sugiero que soy bueno y no le iba a hacer mal al perriño, y riéndose contestan: -Créeme lo hacemos por ti, odia las bicicletas. Pienso en mi perro Mou, que tiene el mismo trauma, y continúo bajando.
La sorpresa, a unos doscientos metros del suceso del perro, me encuentro con tres corzos, algo habitual por aquí, pero que esta vez aguantan bastante tiempo enfrente de mi en la carretera, antes de marcharse monte arriba.
El acontecimiento realmente increíble vino a continuación.
Yo, que en la subida infernal me había sacado el casco(calooor) y lo había colgado en el manillar, me tiro cuesta abajo a tumba abierta cuando de repente, una sombra corriendo a mi lado derecho me da un susto de muerte, me hace frenar como puedo y casi ir al suelo. Resulta que era el casco enganchado que volaba libre por la velocidad. Puffffff, pavernosmatao!! Juro que lo vi hasta saltar y era un perro, pero no.
Bueno, resumiendo el paseo, tras descansar un rato enfrente de Caneiro contemplando la mejor playa del mundo, Vilarrube(perfecta para el padel hoy Fran), volví a Valdo por la general. Piernas rotas, accidente incluido con 4 ambulancias y muy mala pinta, y una manzana robada en una leira como avituallamiento.
24 Km, nada más, pero duros dado mi estado actual y la bici que uso.
En conclusión, que divertido es salir en bici temprano en verano. Que pasada de país tenemos los gallegos. Y que bueno poder compartirlo y saber que me esperan algunas mañanas más así.
Entre la bici y el retorno al Surf, espero que el verano que viene no me agobie tanto subir escaleras, o agacharme a por las sardinas de la parrilla.

viernes, 29 de agosto de 2014

LA TORTILLA

Con vino, sí señor.




jueves, 7 de agosto de 2014

POR LO QUE SEA

Vientos que van y vienen, que se rozan en la enorme superficie del mar, se llevan un poco el uno del otro y lo reparten en su viaje.
De imprevisto llegaste mientras yo pasaba, como hago siempre. Y te quedaste, día a día un ratito.
Con esa sonrisa tuya que no se corresponde en absoluto a tu edad adulta, apartaste la mirada a cada chiste mío lanzado con la peor de las intenciones y el mejor de los corazones. Y reías cabizbaja, sabiendo que juntos eramos lo mismo frente a los demás, tan distintos.
Bajas la cuesta despreocupada, y saludas cómplice. Tragando saliva para reflexionar sobre el como sería, o el como será. Algo que nunca es, siempre permanece en la posibilidad de ser, dulce. Eso es suficiente, a veces. Otras no.
Y si hoy fuera antes, y la cita fuera posible. Qué sería esa noche de nosotros, tan jóvenes? Y si hoy fuera hoy, y a media tarde sonriendo nos encontráramos para caminar esta vez, sin focos altos... y la luna ganara al sol, y la noche trajera más risas y sitios distintos, y tu olor nuevo inundara mi interior viejo, y las cosas que nos contáramos fueran menos importantes que la forma en que nos mirábamos, y el miedo fluyera por las ventanas, y el presente nublara el pasado y el futuro, qué futuro?
Y si tan sólo le diéramos una oportunidad al color? Y amaneciéramos coloreados el uno del otro, y la pintura antigua permanente, no lo fuera tanto.
Y si tus ojos claros no mienten, y mis manos cobardes no huyen? Y si lo tuyo roza lo mio, y hace que de la mezcla surja el nuevo viejo viento que habíamos olvidado del amor?
Y si tu vida feliz y la mía no se cruzan nunca, que nos quedaría? La realidad, pequeños momentos de días sueltos, sonrisas cómplices, cenas serias y mensajes en la frontera...... y si te beso?

viernes, 1 de agosto de 2014

PROSOPOPEYA

Suelto y sin levantar la cabeza del teclado. Mientras los dedos en presente, golpean las teclas dibujando la idea pretérita, la frase futura surge entre las sienes cabezonas. Sin restaurar el fondo y tan sólo perfilando la forma, llega el final. Puro corazón.
Otros, fantasmas, hablan de sueños a medida y de libros polvorientos y antiguos que, por lo que dejan leer, de nada les han servido. Encerrados en rutinarias sesiones de pseudo-erotismo barato, y romanticismo de telenovela, escriben redundantes historias frías e indoloras. Puro fraude.
Es mejor ser un proscrito amante del sueño eterno, y amarte entre las botellas derramadas por el suelo, que hacer del hábito de vomitar, un derroche caótico de bonitas palabras de amor, que componen escaparates de baratijas, y ofertas de pasión virtuales y ficticias.
Una penetración profunda, y el lamento final del orgasmo que se va. Un completo final ruidoso, en perfecta armonía, largo y poderoso. Un último movimiento en compañía de esa cresta larga, que saque el aire de los pulmones, y que acabe con las piernas por un lado, los brazos por otro, sal en la nariz, y lujuria en los ojos. Siempre en busca de más.
Y verte dejar la playa más tarde de lo que el Sol se ha marchado, con la última penumbra. Ver tu cara cerca de la ventanilla de aquel bus, mirando la carretera empapada, y tus tristes ojos moviéndose lentamente durante el subidón viajero. Mirarte cantando sola en el campo de tu vida, con el cielo de tus sueños sobre la cabeza, y no preguntarme más qué es lo que busco. La muerte llegará ese día, cuando la búsqueda me canse. Cuando la búsqueda me deje atrás. Cuando ella reclame lo que fue suyo, y siempre lo será. nY yo me entregue al fin.
Buscarte es como tirarse al mar, en el fondo nunca sé lo que encontraré, pero joder que salto!!

martes, 15 de julio de 2014

GIMOTEO MIS QUERIDAS

Sigo insistiendo en empujarte fuera, y más adentro tengo que ir a buscarte cada vez.
El torbellino se retuerce en mi mente día tras día y noche tras noche, y no sé porqué no consigo dejarme envolver, con lo fácil que sería girar y girar sin parar.........
El ahogado permanente me llamarán. Aquel que no respiraba aire y en cambio no moría.
No me moverán aquellos días que irremediablemente traigan arrugas a mi piel, ni aquellos vientos que agiten mi frágil cabello me harán dar un traspiés. El Sol quemará mis sienes despobladas, y no podrá fundirme en el desaliento. He firmado una promesa. Estaba borracho, y lo sabía, pero igualmente miré el interior de mis ojos y firmé. Nunca más significa nunca más desde aquel momento, y tan sólo mis pensamientos vuelan ya alguna que otra mañana tempranera. La luz del día, despeja toda inquietud, y las horas empiezan a correr de nuevo. Impasibles y cadenciosas.
Todo por el respeto, el cariño, la dulzura de sus labios, su espalda, sus sonrisas continuas. Todo por el amor.
Y sin embargo...... amanezco lejos cada día.

lunes, 2 de junio de 2014

MI ESPADA TE RECLAMA

Pese a las borracheras contínuas, y a los empachos de tu cuerpo, no me posee la resaca, ni me empalagan tus besos.
Así que querida mía, preparémosnos para otro festejo. Que no pase hoy el lucero sin que tu cuerpo se torne en brasero. Y funda sin compasión, antes de que mengüe, mi acero.

jueves, 29 de mayo de 2014

DE PALOS Y ASTILLAS

Torpemente avanzó hasta que el aliento expirado dejó de ser visible, y se encaminó a traspasar el banco de niebla que hacía, que aquella luna sanguinolenta, se diluyera con el oscuro fondo que lo cubría todo.
La herida del hombro se abría, y su constante borboteo cálido, se derramaba ya hasta la cintura. El párpado izquierdo continuaba cerrado, y la sensación de vacío interior del ojo, le impedía acercar la mano para comprobar si seguía allí.
De todos los dolores, era el de la herida invisible el que lo atormentaba más.
Llegó al río, y lo siguió. Sabía que el mar esperaba al final. Todo lo que tenía que hacer era dejarse llevar ya.
Los ruidos de las bestias alrededor, entra la maleza no conseguían asustarle. Una nube apagó el lucero rojo, y mientras todo pasaba de un negro rojizo a un negro oscuro, se desplomó. Cayó despeñándose, al igual que sus recuerdos lo hacían a una velocidad de vértigo. Al final, un último golpe seco pero atenuado al mismo tiempo, le descubrió la arena de la playa que buscaba.
Arrastrando aquel cuerpo ya casi desunido, sin pensar, llegó al mar y se dejó caer.
El salitre se hacía sentir fuerte y amargo. El sonido estruendoso de las olas en la marea baja, tapó todo lo demás.
Logró sentarse mirando al mar. La mano se fue al hombro, descoyuntado, sangrante. El hachazo se había llevado buena parte de la carne y alguna astilla del hueso. Se dormía.
Entonces todo se hizo claro de nuevo, todo regresó a su mente.
Era un niño feliz, sentado en la alfombra del salón jugando a los indios. La televisión encendida no se oía, y la causa eran los gritos de ellos en la cocina, en el pasillo, en la habitación. Gritos, golpes y lloros.
De repente había crecido, era un adolescente ya. De regreso a casa tras la escuela, se la encontró a ella triste y temblorosa en el sofá, y a él borracho golpeando a su hermano pequeño.
Ahora todo había acabado, el horror quedó atrás. Hacía años que había abandonado aquella casa, y vagaba por las carreteras ofreciendo su juventud a cambio de caricias y pan.
Todo sucedía rápido en su cabeza. Y llegó hasta aquella misma noche, cuando el mismo se había descubierto apaleando una vez más a su propio hijo, como antes lo habían hecho con el.
Pero no contó con ella, que por la espalda y sin avisar le clavó el hacha que usaban para picar la leña, hasta el alma. Le dio tiempo a retorcerse, pero ella soltó un nuevo golpe al ojo, que lo tumbó inconsciente unos minutos.
Al despertar, ya nada era igual. Abandonado y sabedor de su final, tan sólo eligió el lugar.
Sentado en la orilla, respiró profundo, apretó el puño que aún le respondía, y los maldijo una vez más. Los maldijo por todos los días que se había mantenido vivo. Los maldijo por su sangre. Los maldijo por el amor. Por ese amor que nunca conoció, y que ellos le privaron de disfrutar.
Y la nube se apartó, y el cielo se tornó de rojo de nuevo. Esta vez un rojo más intenso, un rojo que lo inundó todo.
Y murió como había vivido, solo, frío y llorando.

martes, 20 de mayo de 2014

SOY COMO ATILA

Entre la soriasis y la candidiasis andas siempre, tronera.
Con tus lindas braguitas, posando en La Piscina y rascándotela entera.
Como no desplomarte, como no derrumbarte si no hay ya quien te quiera.
Recuerdo tus caderas de la orilla a la arena. Tus nalgas, tus morritos y esa melena morena........
Ahora eres una bruja insidiosa y hortera.
Tu sonrisa un señuelo, ya no me importan tus tetas.
En que pensabas tú, cuando todos los veranos soñábamos con tus besos.
Y nos la meneamos, y nos la meneamos... hasta quedarnos ciegos.
Ya no te tengo aprecio reina, y no me pone nada pensar en tus entrañas.
Recuerdo aquellas bragas, colgadas en la lámpara, recuerdo aquella fiesta, y el sabor a empanada.
Ahora eres una bruja insidiosa y hortera.
Tu sonrisa un señuelo, ya no me importan tus tetas.
Tu que sigues luciendo, ese palmito eterno de elegancia suprema.
Como te avinagraste, como te abandonaste en la falacia eterna.
Como no reprocharte, si tu ya olvidaste los años más sinceros.
Sigue con tus movidas, ya no me motivas más que para echarme unas risas y darme un baño bolero.
Ahora eres una bruja insidiosa y hortera.
Tu sonrisa un señuelo, ya no me importan tus tetas.

lunes, 12 de mayo de 2014

SEA LO QUE SEA

Aquello fue como el final del día en el punto de origen del rayo verde. Vertiginoso e inverosímil.
La fiesta terminaba antes de empezar, y es que no hay nada de cierto en lo incierto de nuestro imposible amor verdadero.
Todo transcurrió como en un anuncio televisivo, tu eras el reclamo vistoso y yo el aviso espeluznante. Yo el antes, y tu el después. Tu el Pronto y yo el paño.
Nadie compró nuestro prodigioso romance de ensueño, y eso dilapidó la esperanza de un largo y cálido verano de ferias y presentaciones.
Y perdidos nos separamos. Primero un poco, luego un mucho.
Y nos volvimos a juntar tiempo después para despedirnos como se merece algo que no pasa y sin embargo sucede. Para siempre.
Y a veces, mientras observo desocupado los atardeceres de mi playa, de mi valle, de mis recuerdos, tan sólo a veces, un fogonazo verde ciega mi vista. Me clava en el suelo la posibilidad de que lo ficticio exista, y un sugerente y olvidado olor, sustituye mi cabal devenir por un alocado viaje astral al lado oculto, salvaje y deseable del que será será.........

miércoles, 30 de abril de 2014

ANA Y CHONI

Miré hacia un lado y tu cabeza volaba en mil pedazos sembrando las paredes de tristes recuerdos y momentos sublimes de sexo oral.
Aquellos cabrones habían abierto fuego sin avisar. Sin sentido apretaron los gatillos y mandaron al karajo nuestra vida para siempre.
Es cierto, que no les íbamos a pagar por aquella mierda que nos habían metido la última vez, y que éramos incapaces de vender entre nuestra clientela habitual de señoritos y capullos mimados del centro de la ciudad. Pero podían haber tratado de presionarnos un poco más de otra manera. No sé, unos golpes, una subida de intereses o incluso que nos cortaran un puto dedo hubiese sido suficiente. Ya nos buscaríamos la vida, y venderíamos aquel polvo de tercera donde fuera. Pero no se aguantaron. Putos chiflados!
Recuerdo tus ojos hinchados y enrojecidos, momentos antes de la locura. Aún puedo ver los pliegues de tu camiseta, mientras sentada en el suelo, intentabas convencerlos de que nos dieran más tiempo. Tu voz, temblorosa y vacilante, no se correspondía con tus gestos, firmes y contundentes.
La cerveza a medio beber en mi mano, dejó de saber a cerveza, y el cigarro se consumió solo en la lata de Coca Cola que usábamos de cenicero. Aquella cortina de cuadros, que había sido nuestro mantel, y que ahora tapaba las miradas de la vecina de enfrente en la ventana de las escaleras, se movía silenciosamente mecida por el viento cálido de agosto que entraba del exterior. La gota perpetua del grifo de la cocina al caer en el cubo, sonaba fuerte pese a los gritos de los salvadoreños, y el murmullo de una televisión lejana se mezclaba con un ladrido callejero de un perro pendejo y pulgoso, que nunca nos dejaba dormir el subidón tranquilos.
Sacaron pronto las pistolas, y sin ponerte en pié siquiera, los desafiaste con la típica frase con la que me sacabas de quicio a mi también. No te hicieron caso. Ya habían destrozado la casa en busca de algo que los calmara, la pasta o la mercancía. Parte de esta la encontraron, y al interesarse por el resto, les dijimos que estaba medio vendida pero que no nos habían pagado todavía. El gordo de bigote, se secó el sudor con la mano en la que llevaba el arma, y sus hombros se tensaron al dirigirse a mi de nuevo.
No pude evitarlo, pero con la cabeza agachada, al contrario que tu, los mandé a la mierda y pedí tiempo.
Un silencio eterno de segundos me conmovió y levanté la cabeza en el mismo instante en que ensordecía por un sonido seco y potente, y mi hombro derecho se hacía astillas contra el respaldo del sofá. Rojo. Dolor intenso. Ganas de correr. Sed.
Escuché dos disparos mientras me retorcía e intentaba incorporarme de nuevo. No noté nada, te miré y llegué a ver tu pelo rubio bailando en el aire, teñido de un rojo oscuro. Oí un tercer disparo justo cuando tú y yo dejamos de pertenecernos y el ambiente se empapaba de tu cerebro, y tu espalda resbalaba lentamente por la pared.
Me dio tiempo de cerrar los ojos rápidamente y dejar la mente en blanco. Pasaste una última vez por mi imaginación. Estabas colocada, y feliz. Nada te podía lastimar allí. Tirada en un campo de flores lilas, boca arriba. Sonriente y feliz. En paz y feliz. A salvo y feliz. Yo bailaba a tu alrededor, sin camiseta, fumando. Sol. Pájaros. Soledad.
Y entonces llegó. Noté como el agujero en la frente se iba agrandando y la bala penetraba lentamente. Pude sentir la armonía del momento. Y aquello no dolía. Mi final derrochaba calma.
Pum!! Mi estómago se convirtió en una fuente tibia, y llegué a respirar una vez más. El aire sabía a herrumbre dulce, y polvo.
Todo se apagó por fin, y sin embargo te recuerdo. Te recuerdo siempre. Te recuerdo aquí, a mi lado. Y la memoria insiste, perdura, se obstina. Pero mis ojos y mis manos te buscan, y no te encuentran.
La muerte llega a ser desoladora sin ti. Como la vida misma, amor. 

martes, 29 de abril de 2014

YOKO AND ME

Antes decían que por la vía del terror no conseguirían nada.
Que la abandonaran y se encaminaran hacia la actividad política.
Ahora resulta que políticamente tampoco se puede hacer nada.
Pero que demonios es esto??
Yo no creo en dios. Soy ateo.
No creo en la monarquía. Soy declaradamente anti-monárquico.
No creo en las fuerzas armadas. Soy pacifista.
No creo en la democracia existente. Manipuladora y sectaria.
No creo en una justicia hecha para los poderosos, y unas leyes acordes al "tanto tienes tanto vales".
No creo en los sindicatos actuales. Maliciosos y vendidos.
Desde luego no creo en la economía de mercado. Tan parcial y asesina.
No creo en los medios de comunicación. Alquilados según voluntad por los mismos de siempre.
No creo en una revolución sin líder. Y no existe líder ninguno en este totus revolutus, que han creado.
No creo en la policía. Instrumento represor por orden superior. Y la mayoría acatando instrucciones, sin creer en ellas. "Servir y proteger"
No creo en el sistema educativo, claramente dirigido por las multinacionales para crear operarios robotizados, usables y prescindibles llegada la hora.
Decididamente, creo que yo también soy terrorista. Vengan y deténganme.
Debo de ser culpable...

jueves, 3 de abril de 2014

EL PRIMER MES SOLO

Perdón por las cosas que hice mamá.
Perdón, sobretodo, por las cosas que no hice. Por los "estudios". Que pena ser tan vago "con lo inteligente que eres Ricardo". No obstante de momento no me va del todo mal, eh? Esos dolores de cabeza que te hice soportar por mi desgana ante los libros, mi desidia ante los apuntes y mi total entrega a las mañanas en el bar Tecla y en la playa con Santi a la que escapábamos en aquella moto, la Caddy, en vez de meternos en el instituto aquel, tan ridículo y opresor. Sí, hoy con cuarenta y tres años lo puedo decir con conocimiento.
Perdón por los pequeños desmanes, que desconociste gracias a mi buen hacer...... era un artista.
Perdón por mi absoluta indiferencia aparente durante la adolescencia, aunque en realidad era superficial tan sólo.
Perdón por comerme todas las galletas, el chocolate, los polvorones, y robar trozos de los bizcochos que tan bien cocinabas. Perdón por comerme, junto a Luis, las bolsas de leche en polvo holandesa con la que ambos hacíamos una especie de leche condensada... que resultaba irresistible.
Mamá, un poco más tarde tengo ido hasta a las botellas de esa guinda que hacías(mención especial), a robar guindas ricas, richas, rrickas, risas......
Perdón por haberte pintado una pared tratando de esconder un cartel que hacíamos a escondidas Luis y yo en la sala. Oímos la puerta del portal cerrarse, y con las prisas al recoger, allá fue el bote de pintura azul...... y sí, fui yo el que recorté pelos de la alfombra para que no se notara aquella pintura demoníaca que no salía.
Aquel frutero verde precioso que rompimos jugando con la pelota de tenis......que partidas más divertidas, eh hermano?
Perdón por no decir te quiero casi nunca. Algo que aprendí poco a poco, y solucioné en los últimos meses. Antes sólo se lo decía a Arancha. Lolo, no para de repetírnoslo mamá. El sí que es bueno. Ni te lo imaginas. Todo lo que decías de el, es todavía mejor.
Perdón por hacer que aspiraba algunas veces....... pero es que estaba tan cansado, y mi cabeza volaba tanto, tanto, tanto.
Perdón por sisarte en las vueltas de la compra. Eso me salvó, lo recuerdo bien, durante años.
PERDÓN en mayúsculas, por la vez que Luis y yo llegamos de salir de noche, en Sansa, y nos sentamos en la cocina de Valdo a comernos TODAS las croquetas que habías hecho para la comida del día siguiente......mnnnnnnnn.
Bueno, ya me iré acordando de lo demás........ o no!
Pese a todo, creo que fui un buen hijo. Me ocupé siempre de hacer mi cama, ayudarte a limpiar la casa, ir a la compra, etc.
Eso es algo que fui toda mi vida, y ya nunca más volveré a ser. Hijo. Porque para eso mamá, erais imprescindibles tu y papá, y ahora ya no estáis. Si existe una palabra para definir el hecho de ser padres, paternidad, porque no existe lo mismo para cuando somos hijos?
Bueno, te dejo un rato, ya volveré.
Antes de despedirme, quiero que sepas que mi infancia, pese a todo, fue feliz. Y si me crié como ausente y retraído, fue por mi carácter. Ni tu ni papá tuvisteis culpa de nada, o eso quiero creer......................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

viernes, 21 de marzo de 2014

TE DESEO FELICIDAD

...y llegó dulce y calmada, para bien de todos. Y llegó con las flores para destronarlas en fulgor y fragancias.
Y la primavera se hizo a un lado, furiosa, y su espacio fue reclamado por ella. Y con el tiempo todo lo ocupó, tranquila y prudente.
Una princesa encadenada, una heroína fatal, la madre de todos sin ser mamá. Pasea sigilosa, desconocedora del poder que oculta sin querer. Algo que tras, otro invierno o dos, impactará de súbito una mañana, tarde o noche para que ya nada nunca sea igual...... ella no lo notará, pero yo sí. Y entonces volará, alto o bajo, a un lado o al otro, y provocará lágrimas como estas mismas a través de las que veo ahora yo. Pero no iguales.
Y es que el tiempo que tardas en llegar, querida niña, es el que se me escapa a mi entre amaneceres y atardeceres solitarios. Mientras tú rozas tu ansiada línea de salida, yo me he aprendido ya cada curva de la carrera, y me desplomo fatigado ante la rutina del camino. El relevo se aproxima, y cederlo es toda una lección que llega sin avisar.
Tu disfruta de tu liderazgo que es dulce y mantente joven. Joven para siempre, decía un cantante de los antiguos. De esos que se colgaban una guitarra en vez de mezclar pistas de audio simplemente. De esos que escribían con letras de amor verdadero: -Agárrate mi vida, dios nos vigila. Soon the horse will take us to Durango........
Si entre huracán y torbellino. Entre ola y catarata. Entre roce y suspiro o entre reposo y desenfreno(que de todo habrá en tu vida como en la de los demás), logras en un centelleante parpadeo de tus ojos, por un segundo, recordar a tu tío Ricardo, aquel loco raro que tantas veces repetía las mismas cosas, sencillas y antiguas, me daré por satisfecho si sonríes. Me daré por afortunado si a la vez, tu cabeza dice que no suavemente, y hace prolongar tu sonrisa mi recuerdo. Alguno de los buenos, los malos olvídalos y que ni te rocen.
Ahora es tu tiempo Paloma. No corras, ve despacio, y en el momento indicado desata toda tu pasión, y vive. Vive tan a tope que no nos guste a los mayores. Tú sabes cuando ejercer la presión adecuada  y cuando ceder. Yo confío en ti. Y los demás también.
15 no son muchos Palo, así que prepárate para lo que viene. Los próximos 15 son cuesta abajo, los siguientes 15 llaneando, y después lo desconozco, pero presiento que esta carrera acaba en cuesta.
No temas a lesionarte. Los dolores de mañana, son las risas de ayer. No hay triunfo sin dolor. No hay recompensa sin esfuerzo.
A por ello Palomiña, por los amigos siempre. Por los amigos pase lo que pase.
Te quiero.

jueves, 20 de marzo de 2014

ZARZUELA SI TE PLACE

No buscar es un buen consejo. Sobretodo si tu tiempo prefieres emplearlo en algo interesante. Es preferible dejarlo correr, y ya se cansará. Entonces nos acercamos y lo atrapamos facilmente.
Asir firme es un buen consejo. No vacilar y cerrar las garras. Es mejor apretar y lastimar que aflojar y dejar escapar. Lo que es bueno mantenlo a tu lado, el resto que pase lejos.
Pasar es un buen consejo. Pasar y mirar, pasar y escuchar, pasar y dejarse ver. Pasar y pasar de largo, como si nada, sigue siendo una táctica cojonuda para que mantengan el interés, la curiosidad.
Escribir un plan es un buen consejo. Siempre positivo, para que no te sorprendan fenómenos extraños, que los hay. Cada vez menos fenómenos y más extraños. Puedes hacerlo focalizando en la practicidad del fin perseguido, o bien si no sueles seguir lo preestablecido, dibujar en los margenes o ahondar en las palabras bellas. Te mantendrá ocupado.
Susurrar es un buen consejo. Como anteriormente lo hizo "pasar", susurrar los hará presos de su curiosidad. Se interesarán en tus palabras, no por amenas, si no por inaudibles. Y tu mientras, podrás canturrear zarzuela si te place.
Rascar es un buen consejo. Sobretodo ante la imposibilidad de picar, que se me presenta mucho más interesante, pero inalcanzable. Ay! si yo pudiera picar allí donde se me antojara, no habría dedos que rascaran suficiente!! Así que rascaos con cólera, resentimiento, rencor, furia, hasta la sangre final. Porque no pica el que quiere, si no el que odia vigorosamente. Malditos!!
Rezar es un buen consejo. De rodillas, de pie, tumbados, es lo mismo. En silencio, cantando, gritando, blasfemando y tomando el nombre de dios en vano. Así es como debemos de rezar. No hay creyente al que no le guste seguir a su dios. Mitómanos preguntándose si existe Yahvé, o cualquiera de esos otros desgraciados todopoderosos sin capa, en vez de preguntarles a sus deidades por su manifiesta torpeza.
Preguntarse es un buen consejo. Preguntárselo todo a uno mismo. Dónde, cómo y por qué. Con quién, cuánto y de qué manera. Hallar respuesta, es como eyacular por primera vez. Sorprendente, resultón, pringoso y único.
Aconsejame un buen consejo para dormir, y te prometo asirte bien mientras paso a escribir un plan absurdo para susurrarte mientras te rascas ese picor sensual que ni rezando eres capaz de mitigar.
Me pregunto que significará todo esto.....mnnnnnnnnnnnnnn aaaaaaaaaaaaarrrrffffffff........ ups.

lunes, 17 de marzo de 2014

ENGANCHADO

Descendió. Y en el descenso se apartó de cuerpos que ascendían ya inertes por el lúgubre pasadizo.
Música en los oídos y sangre en la nariz. Sudando frío y apartándose la camiseta empapada del cuerpo, una y otra vez.
Besos en cada recodo. Desconocidas figuras lo abrazaban, y arañando su espalda, retorcían sus gestos mientras apretaban los cuerpos a su entrepierna, como deseando correrse en el estertor final. Agonía, jadeo, opresión.
Se canso de bajar, de morder labios rotos y de sortear restos humanos. Se cansó del compás y la sangre coaguló, y cerró las heridas. Y la experiencia quedó así atrapada en sus venas, viajando por el torrente vital. Derramando sueños y ansias. Cubriendo con el velo alucinógeno del falso placer, el rutilante decaimiento de un ser excepcional, que un día atrapó una estrella de fuego y no supo soltarla sin arder.

viernes, 28 de febrero de 2014

MI AMIGO MARTA SANCHEZ

El desesperado hijo de las sombras y el viento, dijo basta. Intentó pegar todos los trozos de si mismo hechos añicos al atravesar la ventana, caer al vacío y derramar el alma en un desesperado grito de pavor. Se sentía como si hubiera vivido en un accidente de coche toda su vida. Con miles de objetos y personas dando vueltas alrededor, la película de su existencia siempre presente en sesión continua, y un constante chirrido infernal de ruedas frenando. Y luces, muchas luces girando sin fin. Miraba a los lados, y sentía que la gente lo miraba al pasar, se agarraban la cabeza y abrían mucho los ojos, sorprendidos y asustados. Y justo después, la catástrofe sucedía una vez más. Compró pegamento universal, ese que dicen que lo une todo, y se untó en el. Decidido, camino derecho hacía la única salida que lograba ver, y la cogió. Pero resultó falsa una vez más. Todo se fue al traste de nuevo. Y no fue capaz de vislumbrar, entre tanto amor de mercadillo barato que enarbolaba continuamente, que era ella, su adorable compañera, la que curaba su soledad, la misma que lo sumía en un choque contínuo. Y deslumbrado, por la mentirosa luz que sólo el veía, rodaba y rodaba mientras el chirrido infernal no le dejaba canturrear su canción preferida..... "soy yooooooo la que vive aquí, soy yooooo te lo digo a ti......."

martes, 18 de febrero de 2014

OLD MAN BY RUSTIES HARVESTERS

Un día, hace ya casi un año, me pidieron grabar una guitarra acústica para una canción de Neil Young.
Un honor que mis amigos del grupo catalán Rustie Harvesters contaran conmigo para esa colaboración.
Aquí la dejo.
Pepe Vaquero voz.
Julia Vaquero coros.
David Funes piano.
Y yo mismo a la guitarra acústica.


lunes, 10 de febrero de 2014

POSIBLE CANCIÓN

Caminaba entre las llamas, rozando centellas incandescentes con los dedos, mientras me acercaba a ti.
Ya a tu lado noté tu aliento tan frío como el mar en el que nos bañamos hace tantos años.
Calmé mis dedos ardientes tocando tu helada figura, que resplandecía azul entre el humo y las cenizas que revoloteaban a tu alrededor.

Conoces la locura y me invitas a un sorbo largo de tu licor curativo.
Lo haces nuevamente y yo bebo.
Lo haces de nuevo y yo bebo.
Bebo de tu vaso que se funde en mi boca

Soñé que la hoguera se apagaba, pero ardía entre tus brazos durante la retirada.
Aquel estaba siendo un amor peligroso. Caliente y peligroso. Y me acercaste a ti sonriendo, y vi tu interior desgarrado de entrañas derretidas y un corazón congelado, pero latiendo violento. Y me sentí cobarde, una vez más.

Conoces la locura y me invitas a un sorbo largo de tu licor curativo.
Lo haces nuevamente y yo bebo.
Lo haces de nuevo y yo bebo.
Bebo de tu vaso que se funde en mi boca

Todo aquel fuego se apagó, y las brasas se enfriaron. Y toda la gente que conocí me dijo: - Obedece! – pero estaba confuso ante tu presencia. Me quedé inmóvil durante años, el horror de una huida en solitario me confundió, y ahora estoy fundido a tu lado. Soy parte de ti, y fríos caminamos entre el hielo perpetuo del valle solitario.

Conoces la locura y me invitas a un sorbo largo de tu licor curativo.
Lo haces nuevamente y yo bebo.
Lo haces de nuevo y yo bebo.
Bebo de tu vaso que se funde en mi boca

(si alguien tuviera a bien traducirla a inglés coloquial, le estaría eternamente agradecido)

jueves, 6 de febrero de 2014

SOMOS TRES

Buscando en los límites del mundo algo que todos desconocen,  me encontré con tu cara de frente, y me deslumbró su manera de brillar. Brillaba de una manera terriblemente seductora e irresistible. Y ahora conozco el camino que describe mientras crece, y sigo esa dirección inconscientemente. Y brilla, y convierte los errores en esperanzas y mis miedos en suspiros alegres. Crece fuerte vigoroso, y halla tu senda entre el bosque que te conduzca tranquilo durante el viaje. Y síguela con paso firme, sin buscar desvíos. Que el andar te lleve y las sombras te den descanso. Y brilla, como lo haces ahora de niño, dales luz enano.
Viajando entre montañas perdí el camino del Norte mil veces y una, y esa fue la última sin ti. Mi chica de Hollywood. La brújula marcó siempre el trayecto desde aquel septiembre, en el que dorados por el Sol de un verano imborrable, decidimos dejar huellas hacia el horizonte juntos. Navegando estamos entre pavorosas tormentas, con el viento cruzado y enormes olas que surfeamos juntos preguntándonos que habrá al otro lado. Otra mañana en el barco, y a flote. Sin anclas. Continúa la singladura pirata fiera de melena rubia. Sin reposo, acaba con ellos y surca libre las aguas.
Y ahí estoy yo mirándoos, atento, maravillado y sonriente. Porque si hay alguna manera de dejar un rastro detrás de uno en los suelos que pisamos que diga que yo estuve aquí, sois vosotros, nada más. Si algo queda que sea bueno.
No os quedéis tristes. Honrad mi partida con agasajos y alguna fiesta salvaje. Tratadme con mimo mientras me recordéis. Pensad que joven para siempre viví, joven para siempre y fiel. Manteniendo fresco el compromiso de las ideas originales que inundaron mi adolescente cabeza. Luchando por subir un peldaño cada día, hasta aquí. Y soñé eternamente con la verdad, y ella me azotó despiadadamente. Pero llevo esas cicatrices conmigo, cerradas con sutura fina.
Nada me daña ya más que el tiempo que resta hasta encontrarnos de nuevo. Os espero allá, ansioso y feliz.

martes, 4 de febrero de 2014

DEL MAL Y SUS PODERES

Humberto ya muerto, cambió de posición.
Había vivido de una forma muy personal, y los que lo conocían sabían de sus contradictorias palabras y actos. Una frase de frente y un ciento por detrás. Su negro era blanco y su dulzura amargor.
Se vendía pacífico y conciliador, pero el furor salvaje oculto tras una máscara de complacencia y bondad, salía a relucir cuando en la soledad de su despacho, trataba de urdir las complejas madejas de medias verdades y mentiras absolutas, que regían su mundo y sus relaciones con los demás. Siempre interesadas, y en constante esfuerzo por agradar y no distorsionar las buenas maneras.
Aquel encuentro con Ernesto, su última víctima, llegaba tarde.
Al fin, tras mucho tiempo de espera, su amigo enemigo había conseguido esa charla definitiva y esclarecedora, en una mañana fría de invierno.
Humberto cayó fulminado por un súbito ataque al corazón, y se golpeó la sien izquierda con el martillo que se encontraba en el suelo, y que Ernesto usaba en su fragua.
Ya muerto en el suelo, Humberto recordó que su contrario era zurdo y que nunca le golpearía en la sien izquierda. Aprovechando la carrera a la calle de Ernesto para pedir ayuda, Humberto se medio incorpora difunto, y se coloca en el suelo como si saliera del taller, con la cabeza hacia la puerta.
Meses después, el juez condena a Ernesto por asesinato, al golpear a Humberto en la sien con su martillo, mientras este trataba de abandonar el taller.
En el preciso momento en que el juez golpea con su mazo cerrando la vista y sentenciando al bueno del herrero, unos cuantos huesos rodeados de jirones de carne y piel, se retuercen en un nicho del cementerio municipal, acomodándose satisfechos para otra buena temporada.
El mal es poderoso, tanto como para resucitar viejos fantasmas y engañar a los más incautos. Protegeos, así lo hago yo. Y antes de que os embauquen golpead fuerte, muy fuerte.

lunes, 3 de febrero de 2014

PURA VIDA

Hola enano, ya estoy contigo otra vez. Y es que no sales de mi cabeza aunque esta se halle paseando por una playa de Marruecos con el tablón bajo el brazo, o charlando con tu madre en una taberna dublinesa con varias pintas de Guiness vacías en la mesa. Tal vez parezca que conduzco distraído entre Ferrol y Valdoviño por la carretera de Meirás, observando como han cambiado las casas desde que tus abuelos me llevaban siendo yo niño, o recordando el antiguo trazado y las historias que nos sucedían en cada curva, pero en realidad guío el coche intentando escudriñar en mi mente, como haré para explicarte ciertas cosas de este mundo loco, y como trataré de soportar la última ola de mi serie, que me llevará lejos de ti para siempre y hará imposible volver a verte. Ese precipicio me hace temblar Lolo, pero en esos momentos seguro que saldrá lo mejor de mi, y sabré afrontar mi regreso final a la orilla, con dignidad y nobleza, o eso espero.
Ser padre. Que dos palabras! Oigo que es difícil, importante y crucial. Oigo que ser padre, es un verdadero reto y que hay que estar preparado para ello de una manera plena y consciente. Que hay que ser responsable y moralmente apto para la tarea. Que la vida adquiere sentido en el momento de ser padre y que ya deja de existir el tiempo propio de cada uno como persona, para dedicarse por completo a la tarea de ENSEÑAR. Oigo tantas gilipolleces hijo!!

Todos esos ineptos aprendices de autómata, que preocupados se alzan ante la tarea de sus vidas, olvidándose sin querer o adrede, de que precisamente sus vidas son la única tarea, ya que en ella se agrupan todas las cosas, incluida la de ser padre, son curiosos de observar. Se concentran cuando ante ellos os plantáis inocentes preguntando por el sabor de la hierba, o el color de los extraterrestres. Se cuadran marciales ante cualquier insinuación vuestra sobre los pitos o las tetas, los besos en la boca o la forma de cohesión social ante el empuje global por la compra de tablets, aifons o gusanitos de maíz. Pobriños, sed comprensivos y no los abandonéis cuando desolados y ya viejecitos, se frustren ante vuestras posibilidades. No os riáis cuando digan o se intuya que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor, y que antes la juventud tenía otros valores y era más....... más, lo que sea!!
Ellos, de muchachos escucharon esas mismas palabras, pero estaban demasiado ocupados en ejercer de adultos como para pensar en ellas, y ver que están equivocadas. Y que no hay mayor error que redundar en una falsa creencia.
Ser padre. Ves Lolo, aquí existe otro lío. Ellos se sienten importantes. Son los consejeros, instructores y maestros del futuro. Su labor transcenderá y se reconocerá su infinito mérito si os doctoráis en cualquier cosa que les haga salivar ante otros que como ellos, se encumbran en la batalla total, para enderezar varas y hacerlas inquebrantables, desconociendo que el verdadero valor de una rama es no convertirse en estaca recia, si no en madero flexible. Y desconocen lo fundamental, por estar tan concentrados en ellos mismos y en su paternidad, y es que ser hijo es lo verdaderamente vital.
Yo soy padre gracias a ti, y lo soy cada vez que me miras. Y es mi vida, la que supuestamente te enseñará algo, como yo aprendo de la vida de los míos.
Pensarás mucho cuando vayas creciendo en las cosas que hicieron tus padres, y en como vivían, por donde pasaron y en que discurrían, pero tan solo una es importante Lolocho, que la vida es un rato y que hay que vivirla. No pierdas el tiempo y sal ahí fuera, huele, prueba y tócalo todo, que cuando te des cuenta llega esa ola. Esa que aún sin querer todos remamos, y lo infinito llega a su fin. Y lo que queda son sensaciones de lo vivido, y si todo al final compensa y las experiencias son al cien por cien honestas e intensas, transmitirlas es la mejor de ellas y una buena escuela.
Un beso del pesado de tu padre.

jueves, 30 de enero de 2014

VAMOS AL AGUA




No resulta fácil olvidarse, verdad?
Durante veinticinco años le dimos vueltas a lo mismo cientos y cientos de veces. Aquello se convirtió en lo que hacíamos. No había nada más. Vientos, mareas, olas, olas, olas...
Eramos diferentes. Cafeteros y Amigos. Nos juntábamos para pasarlo bien y nunca aprendimos más que lo necesario. Y pese a eso, siempre había olas míticas y peripecias varias, que jamás saldrán de entre las demás cosas inútiles que rellenan nuestra cabeza.
Aquellos momentos siempre estarán ahí, pero en cambio ahora ya ni hablamos de ellos. Nos hemos mudado al interior chicos. Casarse, pagar impuestos y todas esas gilipolleces. Hemos echado "sobrebarrigas", porque barriga siempre hemos tenido. Guitarras, motos, hijos...... ahora ocupan el lugar de las tablas, pero deberían de coexistir. Requiere esfuerzos lo sé. Pero que pasa, antes no?
Me queréis decir que todo se acabó?
Me queréis hacer creer que no mantenéis ese sabor salado en la punta de la lengua?
Me queréis convencer de que nadie hace surf siempre?
Y que hacemos con todo aquello?
Que les diremos a nuestros hijos? Haremos como la banda de la fiesta en casa de Jack? - Luego, Bear, luego.
Pues no tíos, la pelea es ahora. Y ahora más que nunca. Tenemos tiempo, y lo sabéis. Tenemos las viejas tablas y los trajes roídos por los años. Algún invento queda y parafina. Tan sólo las ganas parecen desaparecidas. Aquellas que antiguamente parecían indestructibles.
Volver no puede tener nada malo. Pensadlo. Volver sólo traerá cosas positivas. Juntos de nuevo, poco a poco y un paso detrás de otro.
Que no nos venzan los mediocres, y nos miren como viejos locos con historias acabadas.
Pongámonos los trajes de neopreno de nuevo. Yo no pienso remontar solo otra vez. Por lo menos escribidme diciendo que lo vais a pensar. Yo lo sigo echando de menos, y a vosotros más.
Vamos a intentarlo, no?
Toma Goma Carallo!!

viernes, 24 de enero de 2014

BARRIOS

Tras una noche parda, me fui a casa siguiendo la ruta habitual.
Mi corazón latía bruscamente todavía, y las luces azules dejaban entrever un horizonte despejado al sur de la ciudad.
Me sentía bastante bien viendo como las sombras iban apareciendo por el suelo y las paredes.
Los pantalones sucios y a medio subir, la camisa desabrochada y el primer rayo de aquel sol despiadado me azotó el pecho, justo cuando parado enfrente de una tienda de objetos usados, encendía el primer cigarrillo del día, que coincidía con el último de la noche.
Me rasqué la cabeza amodorrado mientras comencé a caminar de nuevo. Portales abriéndose estrepitosamente y gritos en el interior de las casas bajas del vecindario. No era este un buen barrio, pero ya estaba hecho a sus calles y a sus leyes. Recuerdo los gatos.
Había pasado los edificios verdes, donde las chicas ofrecían sus labios en las azoteas a tipos hambrientos y desesperados. Follaban y chupaban bien, pero si no conocías los trámites era difícil que tu cartera te acompañara cuando, saciado, emprendías el camino de regreso a casa.
Veía delante de mi el largo camino que bordeaba el parque, donde todo se compraba y se vendía. Era una feria, un supermercado de lo ilegal.
Decidí parar con los chicos del bloque, no tenía prisa. Le di varios tragos a las litronas que me ofrecieron, y contacté para un posible encargo. Ellos me suministraban los detalles. Yo les ayudaba y a cambio me pasaban algo de pasta y la experiencia necesaria para no sucumbir en mi intento de sobrevivir escribiendo historias, en este lado de la ciudad. Estaba loco, decían siempre. Yo asentía mientras liaba un peta más, y me adentraba en aquel pozo urdiendo planes suicidas otra vez.
Mil veces vi el final, el límite. Siempre colocado, y sin asegurar los garbanzos para mañana no era buena forma de pasar los días. Pero cada vez me decía lo mismo: -Una más. Tan sola una historia más.
Doblando la antigua lavandería llegaba a mi casa. Antes de subir, una visita al viejo puesto de Juancho. Un café para llevar y un trozo de pan caliente con carne y cebolla. Una pequeña charla apoyado al portal con Aliana, la chica del primero. Demasiado joven para la mirada licuada que enamoraba a todo el que con ella se tropezaba, demasiado bonita para aquella calle, demasiado acostumbrada a dejarse probar. Pero pura en mis sueños, y en mis lisonjas mañaneras.
Me acurruqué en el sofá, con aliento amargo y un ligero dolor de cabeza empalagoso como el licor que me había bebido.
Una vez más mi viejo recuerdo me visitó antes de dormirme, y una vez más la alejé de mi descanso.
Ella no había entendido mis motivos, y se marchó. Tan lejos como pudo separarse de mi, así lo hizo. Nunca llegué a buscarla, y sé que estará bien. Y si no lo está, yo ya no puedo hacer nada. -Lo siento amor, el maná dejó de brotar de tu boca, y los otros brebajes a los que me invitas ya no me satisfacen. Bye Bye.-  Y cerró la puerta.
Duermo ya, y el sol entra por las rendijas de la persiana convirtiendo la desordenada habitación en un enjambre de brillos y sombras. Entre ellas destaca la botella acabada, y el trozo último de pan caliente sobre la alfombra.

miércoles, 22 de enero de 2014

EL VIEJO Y EL ARBOL

Y sin embargo me miraba.
Recorrí aquel camino durante los primeros catorce años de mi vida, y seguí observando el árbol con los mismos ojos.
Inmensos surcos lo recorrían de arriba a abajo. Ramas imponentes se retorcían y algunos nudos marcaban en su tronco la huella de los duros temporales del Norte.
Al salir de la oscura curva, y dando patadas a la tierra del sendero, lo veía por primera vez todos los días. Seguía su figura durante un sombrío trecho, y doblaba de nuevo la senda, para perderlo finalmente de vista en una pequeña elevación del terreno. Donde el Sol volvía a templar las tardes.
Hoy lo contemplé maravillado.
Tras varias décadas sin apenas transitar por el antiguo atajo que me llevaba a la pequeña playa del pueblo, donde jugábamos de niños y más tarde amábamos con la luna como vigía, hoy me detuve ante el.
Y por primera vez me di cuenta de su vital apariencia.
Durante años he recorrido diversas partes del planeta, trabajando a veces y divirtiéndome otras. Buscando momentos y sensaciones. Pero muchas veces al acostarme, el dibujo del viejo castaño invadía mis recuerdos. Y detrás de el, el pueblo y sus gentes. Aquellos años fueron los que marcaron el devenir de mi historia, y me dieron el lastre suficiente para no naufragar en los terribles mares que he tenido que surcar durante mis días.
Inconsciente del paso del tiempo hasta hoy. Hasta que este viejo monumento natural me miró a mi. Y no fue de reojo, fue una larga mirada cómplice mientras pasaba. Retorciéndose y crujiendo a mi paso, me escudriñó curioso. Yo paré. Y lo señalé con el bastón: - Te he visto bribón! y por si no bastara he escuchado tus viejos huesos mientras torcías ese usado tronco que te mantiene erguido.
Se quedó inmóvil, pero algo en mi interior me hizo sentir su mirada clavada en los surcos que recorren mi cara de arriba a abajo. Mis maltrechas extremidades, y mi bastón. Confidente fiel de los golpes de mar que da la vida.
Y entonces sucedió. En silencio y lentamente volvió a su posición ancestral, y reposó.
Yo seguí caminando, intentando dar explicación coherente a tan grande enigma. Pero nunca fui capaz.
Jamás se lo conté a nadie, y ninguna otra persona me avisó a mi de otras experiencias similares.
Y sin embargo, y lo recuerdo bien, me miraba!!

martes, 21 de enero de 2014

Y MI LLAMA TE QUEMÓ

Y entre las hojas amarillentas te colaste como un relámpago rompe la visión, brillante y fugaz. Una luz caliente y peligrosa. Y me provocaste sed y sudor frío. Y volé a tu lado como una brizna, flotando en la estela que creaba tu paso en el aire. Y así me impregné de tu olor, y te poseí entre las nubes, suavemente. Y te dominé en las montañas, sobre los valles, mientras los campesinos sonrojados miraban nuestro pasar. Y llegué a someter tu vuelo a mi gobierno. Tu rumbo al mío. Y gocé subido a ti, y te guié hacia el desierto más severo, y te dejé beberme. Y sobre las nieves perpetuas te convertí en hoguera, y mi llama te quemó, y tiznados los dos volvimos a los cirros a descansar. Y vimos la ciudad y sus plazas. Sus gentes y el bullicio, y hacia el volamos para revolcarnos entre el tráfico de nuevo, mientras los peatones voceaban trastornados a nuestro paso. Y en la estatua más alta culminamos nuestra provocativa escena, entre sirenas y bocinas, y gritos de censura.
Y planeando estasiados llegamos al río aquel. Tu y yo, y el amor... y las truchas saltaban, y los sauces acariciaban tu piel fecunda y febril. Y todo parecía estar llegando a su fin, cuando entre convulsiones nos vimos en la playa. Y saboreamos las orillas varias veces. Hasta que el dolor y el placer se hicieron uno sólo. Y deslizándonos entre las olas, alcanzamos el acantilado. Y nos posamos. Y radiante y bella a la luz de poniente, descansaste inmóvil. Y aquel movimiento que nos unía desapareció, y me resbalé. Entre tus hombros, por tu cintura, hasta el final de tus piernas, me resbalé. Y desde el suelo, yo el todopoderoso timonél que creía haber sido, me descubrí insignificante. Yo que me las tenía de trampero, fui trofeo.
Y despojado de la honra, te vi marchar.
Volví al antiguo libro. Entre páginas estaba mi lugar. Hoy la 36, mañana la 53, cumplía mi misión. Y entre lectura y lectura, posado en la mesa del jardín, observaba las alondras recordando aquel trasiego. Aquel ir y venir ligero entre tus plumas de abril.
Mas nunca volviste villana. Te imagino casquivana con cualquier ticket, recibo o  post-it.

sábado, 18 de enero de 2014

UNA HISTORIA DE SURF I

Groselandia vivía permanentemente bajo una ligera niebla, que la mantenía a salvo de miradas codiciosas.
La isla y sus habitantes permanecían anclados a otra época. Una, en la que todo lo que se deseaba era disfrutar del tiempo concedido hasta el próximo amanecer.
Ellos la llamaban Turlulu.
El ocaso se distinguían del alba, por el sonido. Dado que el Sol dormía y se despertaba en el mismo punto, los cantos de un ave en especial, hacían reconocer a los pocos habitantes de la isla, que el día estaba a punto de comenzar. Ese ave era el Turlulu.
Un pájaro único, que volaba bajo entre las chozas, que se posaba en los hombros de la gente y que vivía en pequeñas comunas, donde compartía con sus congéneres, alimentos y bailes, puso nombre a nuestra isla. Pero si había algo que distinguía al Turlulu del resto de los animales de aquel paraíso, no era otra cosa mas que sonreír. Y en contadas ocasiones, había quien aseguraba haberlo escuchado reírse a carcajadas.
En una isla pequeña, con un clima templado magnífico, un suelo fértil, cientos de árboles con excelentes frutos y un mar repleto de pescado, ¿que podían hacer sus vecinos además de las mínimas tareas imprescindibles para subsistir? Fiestas.
Innumerables fiestas al calor del fuego de una hoguera resplandeciente entre la playa y el poblado. Música primitiva y bailes acompasados marcaban las noches de Turlulu, como las mareas perfilaban la línea entre la tierra y el mar. Monótonas y cadenciosas. Alguna vez se juntaba la celebración de una noche con la siguiente, ese era el grado de preocupación que poseían, o mejor dicho gozaban, los lugareños.
En Turlulu, todo era calma, excepto cuando el mar llenaba su superficie de olas, y aquella playa hervía con una multitud de personas que, con un trozo del árbol autóctono llamado Surboa, corrían hacia las olas de manera inhumana. En total eran doce.
La playa, que ellos llamaban Alibú, era una pequeña ensenada de unos doscientos metros, con un pequeño cabo a la derecha y una lengua enorme de arena a la izquierda que se adentraba en el mar varios cientos de metros en marea baja, pero que se ocultaba con la pleamar.
La consecuencia de esta esplendida geografía, era inmejorable. Los nativos, entraban al mar por el centro de la playa y nadaban encima de sus Surboas hasta que giraban hacia el pequeño cabo, donde rompían unas perfectas olas que ellos montaban hacia la ensenada. Recuerdo verlos sonreír, cuando encima de aquellas maderas surcaban larguísimos rizos de agua, y se metían en su interior para salir luego haciendo poses y llegando a la orilla triunfantes. A esta ola la llamaban como a la playa, Alibú. ¿O era al revés? llamaban a la playa como denominaban a la ola? Bueno, viene siendo lo mismo.
Al cabo de unas horas, el mar cubría en el otro extremo de Alibú, la extensa lengua de arena, y algunos otros "oladores" que así se hacían llamar los que jugaban con el oleaje, corrían para surcar aquellas nuevas olas que aparecían con la marea llena. A mi me llamaba la atención que estás eran al contrario que las otras, como su espejo. Es decir, eran idénticas pero rompían hacia el lado opuesto.
Nada de eso importaba, los "oladores" las disfrutaban de igual manera durante horas.
A esta nueva rompiente, ellos la llamaban, Zhicama.

jueves, 16 de enero de 2014

COMIENZOS

"Groselandia vivía permanentemente bajo una ligera niebla, que la mantenía a salvo de miradas codiciosas.
La isla y sus habitantes permanecían anclados a otra época. Una, en la que todo lo que se deseaba, era disfrutar del tiempo concedido hasta el próximo amanecer.
Ellos la llamaban Turlulu."
Así comenzaba lo que iba a ser el próximo cuento o relato que me apetecía escribir, pero la cabeza me llevó hacia otro lado al querer continuar la historia.
Y no es que Groselandia, Turlulu a partir de ahora, no me tuviera cogido por los "emblemas", es que quizás otro día el desarrollo sería menos traumático, o descorazonador.
Que se interpuso entre mis sienes tras escribir el punto y aparte después de Turlulu? Pues muy fácil, Turlulu mismo.
Y es que tras la pantalla en blanco, debajo del primer párrafo, se hallan todas las cosas que uno puede imaginar. Y eso a veces, resulta intrigante. Además, no me negaréis que los primeros párrafos o estrofas no asemejan , en gran medida, una rampa de despegue infinita para lo que viene a continuación. Suenan poéticos, sugestivos, eróticos y hasta prosopopéyicos en algún caso. Dioses!! que retórica y estrafalariamente ridículo me siento tras esta frase. Pero es cierto, alguien debería de hacer un compendio de primeros párrafos de libros, canciones o películas que realmente tengan categoría en si mismos de obra de arte.
Algunos ejemplos:
La Biblia: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" 
No me digáis que no es molón? Fantasía sí, pero abre una ventana infinita a la imaginación, y otra a los osados que hicieron de esta frase el emblema de una fulgurante empresa.
La Metamorfosis: "Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana, después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto"
Que me decís? Como para dejar de leer justo tras esta frase...... brutal y genial, sí.
Memorias de África: "Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong"
Toma ya!! A ver que pasaba en esas colinas, porque de la granja no creo que vayan a hablar!!
El Quijote: "En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme..."
Pues bien, aquí la mayoría de los mortales siguieron leyendo. Yo no pardiez!! A ver por que el desgraciado Cervantes no quería acordarse del nombre de ese lugar? Pues hasta aquí hemos llegado Don Miguel y yo. Hasta que lo recuerde, no pienso leer el Quijote.
El Cromosoma: "Hace tiempo que me importa un comino, que el último jalón de mi camino, caiga lejos de Roma..."
ENORME Javier Krahe, como no seguir escuchando esa canción?
El Gran Miércoles: "Recuerdo aquel viento de nuestra infancia.Un viento que soplaba por el desfiladero. Un viento caliente llamado Santana, que traía el olor de lugares cálidos"
Claro, como no? Ahí todos sentados con la boca abierta clavados a la pantalla para ver a Matt, Jack y Leroy.

Total, en resumidas cuentas, la primera frase, párrafo o estrofa cuenta y mucho. Así que yo, tras escribir ese empiezo de Turlulu, me trasladé sin quererlo, a aquella isla. Se me antojó pequeña, verde y amarilla. Plantas y arena. Azul. El mar. Y con un olor dulce, casi empalagoso, como huelen las cocinas a media tarde tras hornear una bolla.
Groselandia, Turlulu, sigue allí. Así que volveré, eso sí, pasando por alto esa primera frase.

martes, 7 de enero de 2014

SEIS AÑOS Y UN DÍA

Hoy no he podido, pero mañana encontraré un rato para releer el principio de este blog.
Auguro que no he cambiado mucho, y eso no sé si es bueno, malo o totalmente irrelevante. Me decanto por esto último.
Hoy me encuentro bien, reposado y animicamente estable. Algo que no puedo decir a diario, y mucho menos en estos últimos seis años. En los que me he encontrado con Amigos nuevos, y algún conocido. A ellos, a los mayúsculos, les doy la bienvenida a mi vida y les muestro mi satisfacción y agradecimiento por todo. A los otros, los simplemente conocidos, los saludo gratamente. Nunca se sabe si algún día llegarán a ser Amigos, o recuperaremos juntos ese calificativo.
No prometo torturaros escribiendo más amenudo, pero es un reto para este año hacerlo mejor.
Aunque de todas formas, el único destinatario final de las letras que envío através del teclado, soy yo mismo. A veces Lolo, ese pequeño mago burlón que me roba cada segundo de mis pensamientos. O su madre, la dulce alquimista que seduce mis sentidos y endereza mis torcidos pasos cada día.
Sin más, aquí andamos 2014, te recibo sonriendo. Una vez más!!