jueves, 29 de mayo de 2008

¿Lo Sentís También?



¿Cuando es demasiado tarde para abandonarlo todo y desaparecer? ¿Cuantas vidas se pueden vivir en una sola? ¿Es responsable dejarse llevar sin saber a donde? ¿Se puede pedir tiempo muerto y recomponer la defensa? ¿Se puede alegar que uno es animal y el instinto le guía? ¿Que hay tras la puerta que no se abre nunca? ¿Y si es una opción mejor? ¿Y si detrás está la soledad y la carencia material absoluta?
¿Y si eso es lo que te hace sentir vivo y gritar? ¿Cuanto tiempo se necesita para aprender? ¿Y si no lo hago nunca? ¿Se llena alguna vez el vacío que siento cada mañana? ¿Es posible cambiarlo todo? ¿Que se queda por el camino? ¿Se puede vivir siempre angustiado? ¿Porqué? ¿Para qué? Y sin jefes, ¿se podrá vivir? ¿Dónde? ¿Como? La furia se convierte en rutina y todo es gris. Indiferente. ¿Quién vendrá a salvarme? ¿Dios?
Todo es pasajero, ya lo sentí antes. Todo pasa y regresan los días de vino y rosas. Pero, ¿hasta cuando podré engañarme? ¿cicatrizan las heridas con pagos mensuales?
Deseo vivir en las estrellas, a saltos entre las constelaciones y los cometas. Veranear en Saturno y pasar las navidades en los lagos helados de Marte. Pegarme al Sol durante el verano y lucir moreno en las olas lejanas de Plutón. Y así, desde la distancia, observaros y no infringir más daños ocasionados por mi locura.

martes, 27 de mayo de 2008

Dolce Vita



Comenzaba un gran día. De esos en los que el color de la mañana, y la compañía te hacen sentir libre, y retroceder al tiempo en que todo era lo que parecía y las sonrisas eran tan dulces y reales que te hacían creer que nada cambiaría nunca.
El sol asomaba entre las nubes y el mar empezaba a desperezarse con la marea. Mientras tú, callada, observabas como los acantilados se sumergen bajo el agua, igual que mi corazón desaparece entre tus miradas. Fría y profundamente. Las palabras que no se dicen quedan grabadas para siempre en algún lugar, al que tendremos que regresar para leerlas y susurrárnoslas al oído.
Ante nuestros ojos no había obstáculos sólo un calor natural invencible. Fuego. Miles de neuronas trabajando a la vez para controlar un instinto mas fuerte que todas las cadenas del mundo. Un mundo lejano y mudo mientras te tengo a mi lado. Un día sereno y claro. Un descanso para el retorcido caos que me golpeará durante el resto de la eternidad.
Al irte te alejas despacio, y entre las flores del camino se diluye tu aroma, haciendo que la primavera se avergüence de su olor mientras yo, sentado mirándote, me sonrío pensando en lo que sería y nunca será.

lunes, 26 de mayo de 2008

Con La Frente Marchita

Regresar no es volver. Se vuelve a lo de antes. Sin cambios. Sin morriña. En cambio se regresa consciente de que, el camino, ha hecho detonar algo en el alma, que causará cicatrices difíciles de borrar.
Nadie regresa loco, pero sí, se vuelve loco.
Estos días de viaje, sin buenas olas, ni sol, sin noches de hoguera, cerveza y compañía, se ordenan en una esquina de mi cabeza, de donde no saldrán jamás. Gracias a personas ajenas al circo del surf, pero cosidas con un hilo irrompible a las olas del mar.
Rubén, Chusma, Felipe(Tombos), Felipe(Tablón), Mesi, Suso, Mario y mis amigos Carlos Pita y Edu. Y en especial a Lisa y Docal, de Cariño. La gente del Norte se reunió de nuevo en las tierras del fin del mundo. Pronto nos volveremos a ver.