jueves, 10 de enero de 2008

Recuerdos

Existen lugares que permanecen en mi memoria, mucho tiempo después de conocerlos. Sus olores, sus colores, sus formas. Aunque si hay algo que me haga recordar un espacio, son las personas y los momentos allí vividos. A veces recuerdo sus voces. Con esa manera característica que tiene el sonido de ir y venir, dependiendo del viento. Y sus risas.
No todo lo recordado es agradable. Tristemente, mi mente está cargada de instantes dolorosos. Estos, al recordarlos, actúan como vacuna de lo que vendrá en el futuro. Alguno me hace retorcerme de rabia, por no haberlo afrontado de manera distinta y otros, al fin, me son indiferentes hoy, aunque dolieran en su momento.
Es posible que algún día, no os pueda recordar. Que mi mente, aún percibiendo, no reconozca la señal. Que mi mano no acuda a tu pelo. Que mis ojos no busquen tu mirada. Que mis pies no quieran andar. Pero no dudes, que aún en silencio, sabré que algo nos une. Que lo que hoy es desconsuelo, ayer era amor.

miércoles, 9 de enero de 2008

De Donde Sale Toda Esta Gente


Quizás la enfermedad leve y temporal que me acompaña estos días, sea el motivo de esta reflexión. No es que no lo haya pensado nunca, solo que ahora tengo algo de tiempo para dedicarle, y me pica la curiosidad de saber de donde sale toda esa gente, que desde hace unos años aparece por la playa con extraños artefactos que flotan.
Hagamos recuento. Entre tablitas, tablones, corchos, piraguas, motos, cometas surferas, y los que aparecen con cosas más raras, véase colchonetas, lanchas “Toy”, neumáticos, etc... cuantas personas dedican todo o una parte importante de su tiempo libre a surfear, flotar, estorbar, es decir, pasar el rato en el pico..... Tras un intenso ejercicio mental, he llegado a una conclusión: MUCHA! Veamos, en una playa común, ni buena ni mala, en primavera, fin de semana, se juntan mas o menos treinta personas. Partiendo de que pongo como ejemplo mi zona, es decir, unos 50 Kms. de costa con unas 14 playas surfeables, suman 420 almas, a la espera de una última ola para salirse.
Y he aquí mi pregunta: toda esa gente, ¿qué hacia antes?

Caben varias posibilidades. Una es que la liga de “furbo” se acaba mas o menos cuando apetece ponerse a remojo, o sea que el hincha lava la bufanda y camiseta del club al que se siente unido hasta el último aliento, y las cambia por la lycra fosfo y un corcho de esos que traen pintado en la parte superior un BadBoy mal hecho. Cambia también el “garito” con supermegapantallaplana de 400 pulgadas, por el “chiringuito” de playa, y la cerveza de botellín por la caña playera. Le delatan, los collares de oro al cuello, las botas de futbito con calcetines altos y la toalla con el escudo del club.
Otra posibilidad es la del chaval estudioso que tras aprobar todo en Junio, sus padres le regalan un “ paipo” de los de dibujo de Mickey surfeando, con invento incluido de los de mejor no lo sueltes, un traje de Surf dos o tres tallas más grande, y unas gafas de sol de mercadillo, de las de mejor no utilizar con los ojos abiertos. En este caso, y tras varios sustos del tipo: -Pepeeeeeee, el nene no puede salir!!!!!!! Siguen el consejo del local que rescata al chaval y le compran unas aletas, cosa importante para que el niño pase la siguiente Navidad con la familia.
Otra opción, es la de novio/a abandonado por novia/o tras una larga relación, y que para recuperar el tiempo perdido, se embarca en esa ardua tarea que es buscar un “hobby”. Pues nada estos suelen tener un coche para desplazarse, así que lo primero son las bacas con neoprenos de esos bien cantosos. Luego compran una tabla y un traje, pero como no conocen a nadie, se dejan asesorar por el amable dueño del Surf-shop local. Resultado: Pukas 6’0, O`neill full equipe, juego de inventos y otro de quillas para las distintas condiciones que nos deparan nuestras playas, funda de viaje para tres tablas, lycra fosfo (esa que hacia tres años que estaba en el almacén), escarpines ultratech, y unos 600€ en ropa “surfer”, para no llamar la atención en la playa con esa ropa “normal” que llevas. Después de gastarse la extra y algo mas, el novio despechado piensa, coños! Que calor hace en Julio con todo esto en el agua! Y... ¿por qué se mueve tanto esta tabla? Esos bollos que le están saliendo, ¿serán del salitre? Atrás dejara los calurosos días de verano en los que, disfrazado de Surfer, miraba el mar desde el coche, preguntándose, ¿es normal que no haya olas en agosto? Y ¿será esta tabla la adecuada para aprender?
Mención aparte merece la última opción. Tanto por su cantidad, como por la calidad de los individuos que salen de las: ESCUELAS DE SURF. Que instituciones! Limpian, fijan y dan esplendor a la cultura surfera. Atesoran la verdad absoluta del arte del surfing. Pulen la creatividad y expresión del pupilo, clonando sus movimientos, gestos, etc. Fabricas de cromos carentes de alma, pero eficaces competidores e inmaculada imagen para futuros clientes de una industria ávida de campeones de brillantes colores y moldeable personalidad. Por sus actos les conoceréis. Cuando llegan, bebiendo un Actimel con bifidus activo, no miran el mar, estudian sus posibilidades. No saludan, hacen notar su presencia en el lugar. No dan parafa a la tabla, preparan el material, que siempre esta limpio, ordenado y preparado para su correcto uso. El traje, último modelo, huele bien!! Invento y quillas se intercambian según las condiciones, una equivocación en la elección del material y arruinaran el entrenamiento. Ah, no lo sabíais? Ellos no se bañan, Entrenan! Luego viene lo mejor. El estiramiento.45 minutos de ejercicios, nunca menos, así les decía el monitor, en los que enlazan infinidad de posturas eróticas, preparando el cuerpo, para una “sesión” de media hora. Eso sí, INTENSA. Ya en el pico, donde los demás charlamos y reímos, ellos atisban el horizonte buscando la ola que les deje desarrollar el movimiento a mejorar ese día. Su gasto energético en el agua es ínfimo. Reman lo justo y no hablan, no ríen, guardan las energías para LA MANIOBRA. Al final salen del agua, mojados como tú, fríos como tú y con el mismo hambre y sueño que tú, pero eso sí: ahora son mejores que cuando entraron.
Seguro que se os vienen a la mente imágenes de visitantes de vuestra playa, igualitos a los anteriores. Y por descontado que hay más clases, pero quedaran para otra ocasión.
A todos ellos expresarles mi respeto, ya que tienen todo el derecho de acercarse al Surfing, de la manera que les venga en gana. No seré yo, que pertenezco a un grupo de viejos barrigudos torpes que cogen olas, quien los mire mal. Un saludo e boas ondas!

lunes, 7 de enero de 2008

No Future For Me

Hoy me he pasado la tarde lamiéndome las heridas. Pensando en si vale la pena todo el esfuerzo requerido para continuar sobreviviendo. Son escasos los momentos de grandeza y numerosos los momentos en los que me siento triste. Hoy no estoy contento. Hoy no quiero continuar. Las fuerzas flaquean y el enemigo avanza cada día más implacable y más cruel. Si miro adelante no veo más que un gran pozo donde la oscuridad y la amargura tiñen la esperanza de un gris apagado. La rabia y el rencor que me han mantenido siempre alerta en la batalla, doblan sus rodillas hoy y me abandonan. Lucho solo. Como siempre. Y hace tiempo que, aún ganando batallas, sé que la guerra está perdida. Los moratones duelen y ya no curan como antes. Son heridas por las que pago tributo. No hay aliento. No hay descanso. Combato todos los días por superar lo insuperable. Reconozco el final y sé como será. No tendré un final de rosas jugando al dominó por las mañanas. No leeré el periódico en el jardín, mientras huelo las tostadas del desayuno. No habrá paseos melancólicos a la orilla de mi playa, recordando el principio de todo. Yo no llegaré a ahí. Acabaré solo, triste y entregado a lo que tantas veces soñé. La Libertad. Tan dulce y tan dura.

domingo, 6 de enero de 2008

En La Brecha

Me lanzo hoy a escribir, sin saber que contaré, ni como transcurrirá el relato. Pero ya está. Eso es el Surf. No saber que hay detrás. Aventurarte, desconociendo el resultado final. Dejar que las cosas pasen como traídas por una mano mágica, que hace que todo sea como es. O no.
Con el paso de los años, he descubierto que, lo que verdaderamente me llamaba la atención del Surf cuando empecé, se parece mucho a lo que realmente significa hoy para mí el coger mi 9’6’’, montar en la furgo y salir hacia la playa escuchando a Neil Young. Siempre fui tablonero, soulsurfer y, como dice mi hermano, un peliculero.
Con el Surf he crecido y he descubierto al mundo y a su gente. Sitios increíbles y otros no tanto. Gente interesante y otra.....no tanto. El Surf me ha unido al lugar donde vivo, a condicionado mi trabajo, mis amistades, los destinos de mis pocos viajes, me ha enseñado el miedo y a conocer mis límites. A amar la playa y la vida en ella. Las fiestas. A amar el mar. Disfrutar de las puestas de sol, de los amaneceres, disfrutar de la lluvia y del sol. De los paseos....etc.
Pero, sobretodo, el Surf, me ha descubierto tal y como soy. Y como no podía ser de otra manera. Sencillo y complicado, amable y huraño, afable e introvertido, generoso y “ratilla”... es decir, una persona más. Como los demás, pero no igual.
Todo esto, me lleva a una conclusión. Somos todos ¿tan distintos o tan parecidos? No hay duda. Mirando a la gente con la que he pasado tantos momentos, veo de todo. Unos han dejado el Surf, y lo que es peor, la Playa. Otros surfean de vez en cuando. Los hay, que antes no les tiraba tanto, y ahora están enganchadísimos. A otros les cuesta tener un día libre para surfar con los amigos, que si la mujer, que si la familia, los niños, el trabajo, hace frío, llueve, no está perfecto.... alguno, gracias a dios los menos, hasta te miran raro y sonríen al descubrir que aun te tiras al mar, mientras ellos pasean un rato antes de ver el fútbol por la tele. Pero a los que quedamos, les miro, y aun veo lo que somos. Unos chavales locos, que con unos extraños artefactos que flotan, se hacen amigos y viejos. Le daré la vuelta para que suene mejor: viejos amigos.
Creo que ha esto se reduce todo. La amistad. Nosotros, que somos un grupo muy variado y de diversas edades y gustos, hemos tenido buenos y malos momentos. Hemos discutido, y nos hemos reconciliado. Y seguimos, y seguiremos haciéndolo. Nos separan innumerables factores. La vida nos ha llevado a vivirla de distintas maneras, a tener diferentes preferencias. Pero después de todo, que coño, seguimos ahí ¿no tíos? Que le den a los malos tiempos. Como decía Bear: - Siempre por tus amigos, por tus amigos pase lo que pase! También cuando Jack llega de Vietnam y le pregunta a Matt si ha hecho mucho Surf, este le responde: - solo el necesario. ¿Cuánto es necesario para cada uno?
Bueno, pues ahora que surfeo solo, cada vez más. Que mis amigos no están casi nunca. Cuando estoy solo en el pico, esperando, me acuerdo de ellos y de nuestras anécdotas y movidas, y sonrío, y los echo de menos. Los echo Mucho de menos.

También decía Bear: -Nadie, hace surf siempre.
Espero Bear, que esta vez, te equivoques.