jueves, 4 de abril de 2013

Nos Haremos Dueños de Tijuana


Alguno pudo haber sido mejor en cualquier otro sitio, pero si tengo que recordar los mejores amaneceres, siempre está una furgoneta por el medio.
Invariablemente está el olor del mar, y ese fresco pegajoso en el aire, que se te pega a la piel, mientras liberas por primera vez los líquidos acumulados durante la noche. Bostezas y te estremeces meando. Mientras enfrente, el mar espectador, marca los planes del día.
El primer rayo de sol, asoma esperanzador por el pinar que hay detrás de la furgo, y la ausencia total de viento se antoja eterna. Grandes sensaciones.
La única compañía es la de las furgos de mis pinche-compadres, dormilones y relajados vecinos de todo y de siempre.
Fruta, hornillo hogareño de gas, café. Mesita y silla en el exterior, y el balcón ya está montado. El sonido de una puerta corredera, y un estornudo delatan al primer habitante de la expedición. Mismo paisaje. Un tipo agarrándosela, mirando el mar.
Al acercarse, parece el telediario.
- Buenas olas no? Hoy triunfamos.
- Pues sí, pero ya veremos si aguanta el viento sin entrar. Hace más calor que ayer.    Quieres café?
- No, voy a sentarme al trono, que los chorizos de ayer de noche me mataron.
- Ya! -entre risas- Sería la cerveza...
- Tamén!! jajaja
- Despierta a Luis, que yo me piro al agua en cuanto suba un poco más.
Poner un rato el saco al sol, el traje mojado de ayer y la taza del desayuno ya fregada.
Darle un repaso gozoso al W.C. químico de tu furgo, y echar el primer pitillo, el único rico, es todo lo que he de hacer.
Después, horas de surf(en el mejor de los casos), guitarra, cervezas y charlas con los compis de viaje. Los de siempre. Alguna siestilla. Un paseo playero. Algo de lectura. Y de vez en cuando darle la vuelta al traje, para que seque bien. Buscar leña para la hoguera de la noche, y otra cerveza...
Simple pero efectivo. Y con el paso de los años, con peores olas pero más solitarias, somos más felices...
Pronto repetimos. No hay como desconectar y volver a ser niños otra vez. Y eso que nosotros, aunque cada vez menos, seguimos instalados en aquel México de Barlow, Mat y Leroy. De Sally y de Peggi. De un trago con los amigos, y de la libertad de estar con quienes siempre te encuentras bien y protegido.
Por todo eso, y porque a veces es necesario, y a mi me llegó el momento, tíos id pensando en un finde de este mes, o de principios del próximo y vámonos.
- Meeeeeeeeeexico............