jueves, 6 de febrero de 2014

SOMOS TRES

Buscando en los límites del mundo algo que todos desconocen,  me encontré con tu cara de frente, y me deslumbró su manera de brillar. Brillaba de una manera terriblemente seductora e irresistible. Y ahora conozco el camino que describe mientras crece, y sigo esa dirección inconscientemente. Y brilla, y convierte los errores en esperanzas y mis miedos en suspiros alegres. Crece fuerte vigoroso, y halla tu senda entre el bosque que te conduzca tranquilo durante el viaje. Y síguela con paso firme, sin buscar desvíos. Que el andar te lleve y las sombras te den descanso. Y brilla, como lo haces ahora de niño, dales luz enano.
Viajando entre montañas perdí el camino del Norte mil veces y una, y esa fue la última sin ti. Mi chica de Hollywood. La brújula marcó siempre el trayecto desde aquel septiembre, en el que dorados por el Sol de un verano imborrable, decidimos dejar huellas hacia el horizonte juntos. Navegando estamos entre pavorosas tormentas, con el viento cruzado y enormes olas que surfeamos juntos preguntándonos que habrá al otro lado. Otra mañana en el barco, y a flote. Sin anclas. Continúa la singladura pirata fiera de melena rubia. Sin reposo, acaba con ellos y surca libre las aguas.
Y ahí estoy yo mirándoos, atento, maravillado y sonriente. Porque si hay alguna manera de dejar un rastro detrás de uno en los suelos que pisamos que diga que yo estuve aquí, sois vosotros, nada más. Si algo queda que sea bueno.
No os quedéis tristes. Honrad mi partida con agasajos y alguna fiesta salvaje. Tratadme con mimo mientras me recordéis. Pensad que joven para siempre viví, joven para siempre y fiel. Manteniendo fresco el compromiso de las ideas originales que inundaron mi adolescente cabeza. Luchando por subir un peldaño cada día, hasta aquí. Y soñé eternamente con la verdad, y ella me azotó despiadadamente. Pero llevo esas cicatrices conmigo, cerradas con sutura fina.
Nada me daña ya más que el tiempo que resta hasta encontrarnos de nuevo. Os espero allá, ansioso y feliz.

martes, 4 de febrero de 2014

DEL MAL Y SUS PODERES

Humberto ya muerto, cambió de posición.
Había vivido de una forma muy personal, y los que lo conocían sabían de sus contradictorias palabras y actos. Una frase de frente y un ciento por detrás. Su negro era blanco y su dulzura amargor.
Se vendía pacífico y conciliador, pero el furor salvaje oculto tras una máscara de complacencia y bondad, salía a relucir cuando en la soledad de su despacho, trataba de urdir las complejas madejas de medias verdades y mentiras absolutas, que regían su mundo y sus relaciones con los demás. Siempre interesadas, y en constante esfuerzo por agradar y no distorsionar las buenas maneras.
Aquel encuentro con Ernesto, su última víctima, llegaba tarde.
Al fin, tras mucho tiempo de espera, su amigo enemigo había conseguido esa charla definitiva y esclarecedora, en una mañana fría de invierno.
Humberto cayó fulminado por un súbito ataque al corazón, y se golpeó la sien izquierda con el martillo que se encontraba en el suelo, y que Ernesto usaba en su fragua.
Ya muerto en el suelo, Humberto recordó que su contrario era zurdo y que nunca le golpearía en la sien izquierda. Aprovechando la carrera a la calle de Ernesto para pedir ayuda, Humberto se medio incorpora difunto, y se coloca en el suelo como si saliera del taller, con la cabeza hacia la puerta.
Meses después, el juez condena a Ernesto por asesinato, al golpear a Humberto en la sien con su martillo, mientras este trataba de abandonar el taller.
En el preciso momento en que el juez golpea con su mazo cerrando la vista y sentenciando al bueno del herrero, unos cuantos huesos rodeados de jirones de carne y piel, se retuercen en un nicho del cementerio municipal, acomodándose satisfechos para otra buena temporada.
El mal es poderoso, tanto como para resucitar viejos fantasmas y engañar a los más incautos. Protegeos, así lo hago yo. Y antes de que os embauquen golpead fuerte, muy fuerte.

lunes, 3 de febrero de 2014

PURA VIDA

Hola enano, ya estoy contigo otra vez. Y es que no sales de mi cabeza aunque esta se halle paseando por una playa de Marruecos con el tablón bajo el brazo, o charlando con tu madre en una taberna dublinesa con varias pintas de Guiness vacías en la mesa. Tal vez parezca que conduzco distraído entre Ferrol y Valdoviño por la carretera de Meirás, observando como han cambiado las casas desde que tus abuelos me llevaban siendo yo niño, o recordando el antiguo trazado y las historias que nos sucedían en cada curva, pero en realidad guío el coche intentando escudriñar en mi mente, como haré para explicarte ciertas cosas de este mundo loco, y como trataré de soportar la última ola de mi serie, que me llevará lejos de ti para siempre y hará imposible volver a verte. Ese precipicio me hace temblar Lolo, pero en esos momentos seguro que saldrá lo mejor de mi, y sabré afrontar mi regreso final a la orilla, con dignidad y nobleza, o eso espero.
Ser padre. Que dos palabras! Oigo que es difícil, importante y crucial. Oigo que ser padre, es un verdadero reto y que hay que estar preparado para ello de una manera plena y consciente. Que hay que ser responsable y moralmente apto para la tarea. Que la vida adquiere sentido en el momento de ser padre y que ya deja de existir el tiempo propio de cada uno como persona, para dedicarse por completo a la tarea de ENSEÑAR. Oigo tantas gilipolleces hijo!!

Todos esos ineptos aprendices de autómata, que preocupados se alzan ante la tarea de sus vidas, olvidándose sin querer o adrede, de que precisamente sus vidas son la única tarea, ya que en ella se agrupan todas las cosas, incluida la de ser padre, son curiosos de observar. Se concentran cuando ante ellos os plantáis inocentes preguntando por el sabor de la hierba, o el color de los extraterrestres. Se cuadran marciales ante cualquier insinuación vuestra sobre los pitos o las tetas, los besos en la boca o la forma de cohesión social ante el empuje global por la compra de tablets, aifons o gusanitos de maíz. Pobriños, sed comprensivos y no los abandonéis cuando desolados y ya viejecitos, se frustren ante vuestras posibilidades. No os riáis cuando digan o se intuya que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor, y que antes la juventud tenía otros valores y era más....... más, lo que sea!!
Ellos, de muchachos escucharon esas mismas palabras, pero estaban demasiado ocupados en ejercer de adultos como para pensar en ellas, y ver que están equivocadas. Y que no hay mayor error que redundar en una falsa creencia.
Ser padre. Ves Lolo, aquí existe otro lío. Ellos se sienten importantes. Son los consejeros, instructores y maestros del futuro. Su labor transcenderá y se reconocerá su infinito mérito si os doctoráis en cualquier cosa que les haga salivar ante otros que como ellos, se encumbran en la batalla total, para enderezar varas y hacerlas inquebrantables, desconociendo que el verdadero valor de una rama es no convertirse en estaca recia, si no en madero flexible. Y desconocen lo fundamental, por estar tan concentrados en ellos mismos y en su paternidad, y es que ser hijo es lo verdaderamente vital.
Yo soy padre gracias a ti, y lo soy cada vez que me miras. Y es mi vida, la que supuestamente te enseñará algo, como yo aprendo de la vida de los míos.
Pensarás mucho cuando vayas creciendo en las cosas que hicieron tus padres, y en como vivían, por donde pasaron y en que discurrían, pero tan solo una es importante Lolocho, que la vida es un rato y que hay que vivirla. No pierdas el tiempo y sal ahí fuera, huele, prueba y tócalo todo, que cuando te des cuenta llega esa ola. Esa que aún sin querer todos remamos, y lo infinito llega a su fin. Y lo que queda son sensaciones de lo vivido, y si todo al final compensa y las experiencias son al cien por cien honestas e intensas, transmitirlas es la mejor de ellas y una buena escuela.
Un beso del pesado de tu padre.