jueves, 28 de octubre de 2010

De Ti Y Nosotros

Nunca había contemplado tanta belleza junta.
Me senté a mirar para ella, cuando recogía tranquilamente la toalla de la arena. Mientras la doblaba, escondidos tras su melena distinguí sus ojos mirándome una vez más. Llevábamos toda la vida juntos, y sin embargo seguía observándola asombrado desde la distancia.
De pronto y detrás de ella surgió otra figura, corriendo hacia el mar. Libre e indomable que atrajo mi mirada unos segundos. Suficientes para caer en sus brazos, rendido sin reparación posible.
Entre las dos frenaron el átardecer y mi corazón.
Lejos de lo imaginado, mi fascinación por ambas corría paralela. Ninguna perdía al lado de la otra, más bien en mi mente las dos, eran una.
Me levanté aterrado. -Que coño me está pasando?- Pensé. Durante unos minutos dudé de mi mismo, pero mientras el sol se apagaba dulcemente en el mar, las olas rompían en blanco final, los pájaros sobrevolaban las dunas entre brisas de sal, ellas juntas sin hablar, cegaron mi mente y se dejaron amar.
Tras el sueño, llegó la mañana. Y con la taza en los labios, me sonreí pensando que soñar no es malvado, pero quizá este sueño haga mucho daño.
Volar es cosa de pájaros. Si lo intentas puede que caigas al vacío. Y si no saltas, no saldrás de el nunca.