miércoles, 9 de diciembre de 2015

QUE TE ONDULEN

Erase que se era, un hombre mediano, en pensamiento, obra y omisión.
Por su culpa, por su gran culpa, siempre paseaba desubicado en el infierno que había creado a su alrededor. Sus hijos, extrañados por la falta de rigor de su progenitor, un día preguntaron a su madre: - ¿Papá es normal mami? - y ella, grande en tamaño pero diminuta en virtudes, los echó con los aspavientos habituales: -Dejadme tranquila que vengo de mala baba!! - algo que era habitual, y todavía más en su vida laboral, en la que asustaba por los pasillos de aquel centro a los que dolidos esperaban una mano delicada que los calmara y reconfortara.
Un buen día, el hombre mediano, se aventuró a escribir una carta a un supuesto enemigo feroz, que no era otro que él mismo, pues tenía la costumbre de apoderarse de las personalidades ajenas y acoplarse como una sabandija a quien le rozaba al paso, babando de lisonjas a sus oyentes más incautos.
Escribiría con su clásica falta de corazón y sus repetidas metáforas cansinas: "Era aquel hombre, un inculto e ignorante que excavó un hueco en la playa para enterrar su cabeza........
     Y hasta aquí puedo leer porque me entra la risa, jajaja.
Hombre mediano, si escribes para el enemigo feroz, ten a bien cuidarte de tus palabras, pues son necias y mentirosas. No evites mencionar mi nombre, pues no hay peor contrincante que el cobarde traicionero, y por eso yo te temo. Afronta las consecuencias, que mi verbo es ágil y afilado, es combatiente y pendenciero. Me cuentan tus "conocidos" las palabras que me dedicas en privado, otros me cuentan de tus textos. Y aunque eludo tus ataques, por lo menos de momento, como a un abejorro triste y cobardica en el último, te hiero.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

SUCEDIÓ OTRO DÍA

Mientras el polvo jugaba alegre con los rayos de sol que se colaban por las cortinas, yo notaba como se iba mi vida en cada borboteo de sangre que despedía mi cuerpo.

Una última mirada a aquella playa donde quedaba buena parte de mi, hizo temblar la firme voluntad adquirida de morir y mi mano izquierda comenzó el camino para taponar la gran herida que abría mi sien y dejaba escapar las postreras ocurrencias de un cansado cerebro lleno hasta los topes de horas despierto y conexiones saturadas. La derecha, siempre más recia y falta de escrúpulos, pero con una determinación a prueba de negociaciones, asestó un certero disparo a bocajarro que llevó a mis dedos izquierdos hasta la pared de enfrente, haciéndolos chocar con el póster de Lennon, y llenando de sangre digital la lámina de Young que en letras, ya amarilleadas por el tiempo, advertía RUST NEVER SLEEP.
Volví mi cara a la cortina, al sol, a la playa, y allí me encontré con la muerte. En la playa de mi vida, morí para siempre. Morí agotado. Morí al fin...

martes, 9 de junio de 2015

AMOR ES UNA PALABRA

Es mecerse en una rama en un día de lluvia.
Es recorrer el horizonte mientras sentado, saboreas un trago largo de cerveza.
Es sumergir los pies en agua tibia, mientras la gente pasa a tu lado por la acera.
Es cegarse mirando al Sol durante la noche de los sueños.
Es vaciar de aire los pulmones y no volver a respirar sin ayuda, nunca más.
Es gritar una pregunta desde la cima, y que el eco te devuelva la respuesta.
Es tropezar cuando ya has caído y estás de bruces en el suelo.
Es oler con las manos, ver con la nariz, y sentir con los ojos.
Es la paranoia sensata de un loco extraordinario.
Es comer primero y cocinar después.
Es nadar de espaldas al cielo, en un mar del revés.
Es sacar la lengua para bailar y si os vais no volváis.
Es hacer de un día su noche, y de la noche la siguiente.
Es perder eternamente el primer puesto y ganar a la vez.
Es mirar la piel y sentir hambre.
Es tú, siempre es tú.

lunes, 8 de junio de 2015

ATRAPADO PARA SIEMPRE

Era una nube vacilante en un cielo de vientos implacables. Cambiaba de forma y de dirección conforme soplara de este a oeste, de norte a sur...
Venía del país donde dicen que brillan las mujeres más bonitas del planeta. En consecuencia, amarrarse a la voluntad del destino, siendo un hombre feo, regordete y achaparrado, no tenía mucho sentido. No quisiera olvidar la calvicie que asolaba la llanura de su cabeza. Yerma por fuera y retorcida e inmisericorde por dentro. Por eso, en su interior, rivalizaba continuamente la ropa intima más masculina y fría, con aquellas picardías y transparencias que sólo se ponía para seducir al tipo aquel que aparecía en el espejo de su habitación, cuando no había nadie más en casa.
Era un el/ella. Un "él" por fuera, bondadoso y cordial. Y una "ella" por dentro, llena de odio y envidia, una "ella" con un objetivo que cumplir y unas garras afiladas para llevarlo a cabo.
El funambulista de las ideas se envolvía en banderas para ver si de una vez por todas, encontraba un flotador al que asirse, y dar la impresión de persona cabal. Aunque la realidad era, que le daba igual a donde lo llevara la marea. Era un acomplejado don nadie cosiendo un disfraz a su conveniencia.
Se adaptaba fielmente a los perfiles de los que lo rodeaban en cada momento, siempre mostrándose dispuesto a lo que hiciera falta, con el firme propósito de gustar. Para una vez confiada, vender a su presa al mejor postor, para ascender en su carrera hacia el despropósito.
Hablar de amor, hablar de amor, hablar de amor......y así hasta la extenuación. Hasta la empalagosa definición de si mismo escrita en una esquina. Mentirosa e interesada.
La originalidad nunca le visitó, o quizás escapara lejos el día que decidió camuflarlo todo en el marco de una familia. Con la mala suerte de dar con la más repugnante de las serpientes que sirven en las tinieblas del averno. Ah, y fea.
Otro día os cuento algo más del cándido papanatas, e igual os desvelo las lindezas que le brindaba a algunos de los que se sentaban, y se sientan todavía, a su mesa.
Porque desagradecidos, los hay donde quiera que vas, sólo con observar sus movimientos y sus dulces palabras de lisonja barata y gratuita, podéis desvelar su identidad.
Si lo hacéis, llamadle, y contadle que "el" es "ella" como el Sol es una estrella.

miércoles, 20 de mayo de 2015

PURPLE WORDS ON A GREY BACKGROUND

No quiero escribir nada.
Tengo mucho que desenmarañar en la cabeza, pero ahora mismo no sé que poner, ni para qué.
Voy a rellenar el espacio como vaya saliendo, y sin darle forma lo publicaré. Porque ya está bien de tanta gilipollez, voy a mandar todo a mamarla por ahí. Nada me divierte, nada me engancha, me dejo ir suavemente sin brusquedad, día a día. Bajando la corriente en un río lento y aburrido. Flotando, pero sin hacer nada por no hundirme.
La vida ya pasó, lo bueno ya se fue. Queda él, pero también se irá. Siempre lo hacen y es normal...
No me acostumbro a hacerme viejo, no soy capaz. Nadie me preparó para esto, bueno y para nada más tampoco.
No encuentro el sentido a nada ya. Antes igual tampoco, pero no tenía tiempo de pararme a pensarlo. La corriente me atrapó y bajaba rápido, sin tiempo a más.
Quizás irme a un bar podría ayudarme. Emborracharme y escribir. Sudando regresar a algún sitio a dormir, y seguir escribiendo. Vivirlo todo. Y escribirlo. Pero para qué?
La playa, siempre esta ahí. Pero yo ya no.
El Mar........
Venderlo todo y desaparecer. Esa idea ronda cada día tres o cuatro veces por mi cabeza. Una mochila, y a andar. La bici y rodar. No mirar atrás. No llevarse nada ni mantener una dirección determinada. No fijar una fecha para volver. No tener que regresar.
No quiero seguir escribiendo o lastimaré a alguien joder.
Me voy, ahí os quedáis....................

lunes, 2 de marzo de 2015

BESALA

Dulce calada de humo inspirador,respiración contenida
 y un eterno infinito por delante de la mirada.
Regusto a saliva usada antes de ser tragada, y comenzamos.
Lo que vendrá, se me antoja un buen argumento.

Desconocidos y virginales momentos de soledad compartida, en aquel espacio tiempo inseparable. Roces involuntarios y caricias temerarias, incitando al reconocimiento mutuo de dos aprendices sueltos y sedientos de sensaciones.
De lo inaccesible de sus labios, al olor penetrante de su piel. De su reacio deseo aparente, a su aliento provocador a escasos centímetros de tu desenfrenada boca. La sensualidad del paseo fortuito, conociendo que no es el destino lo importante si no los pasos ya dados. Y la sonrisa. Esa que te acelera el corazón, que te desboca el alma y da rienda suelta a la locura intangible del deseo voraz, sublimando el momento único en el que vivir o morir no importa ya.
Su mirada desganada, cómplice del conjuro tramado. Y esa camiseta que le queda tan bien........
Y es tarde ya para pensar en dar marcha atrás y temer el resto de tu vida. Créeme.
El sol sigue irremisiblemente bajando, la marea subiendo y el verano se acaba. Y ella lo espera, sabe que eres tú y ella, y nadie más.
Huele a mar, la playa es larga pero no infinita, y el día ha resultado un perfecto final para una semana de locura, y un verano irrepetible.
Las palabras se quedan mudas, las huellas se encuentran de frente y todo llega a su final que es un principio más, como tantos otros que vendrán. Pero el primero cada vez.
Y entonces te acercas y lo haces, es tu momento así que no demores.
Lolo bésala y libera las mariposas. Déjalas libres que vuelen. Bésala bonito, y suave.
Pero bésala, no seas tonto!!!

jueves, 12 de febrero de 2015

GEOMORFOLOGIA

Parecía una montaña inamovible y resultó no serlo.
El viento y el agua horadaron grandes surcos y arrastraron guijarros y polvo más allá del valle. Los depositaron en la costa, y el día del juicio ya no dejaban ver el mar. Un enorme mar desconocido, libre y cautivador, como la manzana famosa.
Los terremotos se sucedían, y tan sólo el big one faltaba para desmoronar la cima y sepultar los tesoros que se ocultaban en el interior de aquella montaña para siempre.
La preciosa colina verde se había convertido en una montaña vieja y peligrosa, que atrapaba en su propia masa todos los recuerdos y los sueños que una vez, la hicieron crecer.
Las nubes la ocultaban con cierta frecuencia, y la nieve enfriaba sus alturas haciéndola insoportablemente desapacible.
Nadie quería pasear por sus laderas, y mucho menos subir a la cúspide. Solitaria entre la multitud, sin sentido de seguir siendo una montaña muerta, observaba los amaneceres mientras recordaba las tórridas puestas de sol de los buenos tiempos.
¿Dejarse ir con el río poco a poco para desaparecer en el flujo infinito y dispersarse eternamente, o desmoronarse al fin y conformar nuevos cúmulos con vistas inéditas y perspectivas diferentes al valle?
Y pasaron años que parecían siglos, y siglos como milenios, y miles, millones, billones de litros de agua, con incontables días de viento devastador que afilaba las aristas, grabando el sufrimiento en la roca.
Y la montaña, que no era tan firme ya como en su juventud, se tambaleó y finalmente...............

sábado, 7 de febrero de 2015

EL MARRON ETERNO

El final de aquel verde intenso abrumador, era abrupto, seco y de un marrón oscuro inasumible.
Una vez alcanzado el límite, una mirada a la pradera que dejaba atrás se hizo dolorosa.
Aquella hierba, mecida por la brisa de las últimas horas de una tarde cálida, removía los recuerdos y mezclaba sensaciones pasadas con el aire, que marchaba suavemente hacia otro lugar.
De entre todos los olores y sabores conocidos, el tuyo era el más intenso. Desde la lengua al punto que une nariz y cerebro, todo se llenó de ti en un instante, y como si estuvieras conmigo, giré la cabeza buscando tu sonrisa. Pero la sonrisa que encontré fue la de él. La sonrisa de aquel niño con pocos años, que un día fue. Y que llenó nuestros días con el desasosiego eterno y la incertidumbre absoluta del que será. Él, que tantas veces nos unió, que tanto amor regaló. Él fue mi verdadero amor de película. Ese dolor en el pecho cuando cierras los ojos cada día para dormir. Ese fue nuestro loco príncipe sonriente.
Intenté rozar las puntas de aquel manto verde para llevarme una última caricia, pero fue mi piel lo que sentí. Era a mi cuerpo a quien tocaba y por primera vez, tuve consciencia de mi mismo, y de quien era. En los últimos momentos supe que existía, y me vi. Sentí cada arruga y las cicatrices que daban buena cuenta de lo vivido.
Me erguí satisfecho finalmente, y mientras las voces y risas de aquellos que habían caminado a mi lado todo aquel tiempo, venían a mi mente, desaparecí.
Nada me llevé, y nada dejé atrás. Me sumí en el marrón eterno, y todo siguió girando como si nada....... o eso quiero creer.