jueves, 7 de febrero de 2008

Esquinita's Point


¿A quién debemos dar gracias los no creyentes? Hoy es el tercer día consecutivo de Surf. Pequeño, glassy, y sabrosón. KingMatt y yo sólos, repartiéndonos las olitas. Hasta la orilla. La primera media hora junto a Carlos Bremón, "El Jefe", compartiendo charla sobre timpanos y salitre, entre serie y serie. Sol. Traje de verano. Increíble. Es como surfear en pelotas. Y lo sé pues lo he hecho, un domingo de Agosto de hace muchos años ¿eh Tete?. Ahora escribiendo y contemplando una espectacular puesta de sol. Miro por la ventana, y veo el Lago, aceite puro, en el que se bañan las siluetas de la vegetación de la ribera. La Playa, con mayúscula, el faro y las dunas reclamando respeto. El pinar de la marquesa y el monte de Campelo en sombra ya. El valle hasta Ferrol se difumina entre niebla y humo de hogueras. Los campos permanecen verdes. La linea del horizonte se incendia y desaparece el sol. ¡¡¡Vaya patio que tengo!!! Y hay a quién no le gusta...... Dentro de seis meses, no se quién nos vendrá a hacer compañía a Aran y a mi en este paraíso, pero espero saber enseñarle a disfrutar de estas pequeñas cosas. Aún puedo ver las lineas entrando y deshaciéndose en la orilla, creando una capa de merengue arenoso. Los dos trajes mojados, eso es que hubo olas. ¿Y mañana?

miércoles, 6 de febrero de 2008

Torrijas Point

Que placer experimento hoy al sentarme al teclado, para escribir sobre el baño de hoy. Después de dos meses y medio sin Surf, y un baño agotador ayer, Hoy aprovechando el festivo local, Carlos Pita y yo, nos liamos a buscar olas buenas, allá donde quiera que estuvieran. Y las encontramos a la primera. Esperiencia acumulada durante muchos años, fuimos a tiro fijo. Torrijas Point. Espectacular entrada al mar, sumada a larga caminata e interminables izquierdas, junto con largas y potentes derechas, más el baño de ayer, hicieron mella en mis brazos y tras dos horas de Surf, se negaron a impulsarme mas allá de lo imprescindible para salir del mar.
Carlos no había surfeado nunca aquí, y la impresión de su cara al llegar al pico, era elocuente. -¡Dios, que sitio, que olas, "yiiiiijjjjjjaaaaaaa". Gritaba en cada derecha.
Un grandísimo amigo exiliado al interior, al cual, también llevé a descubrir esta ola y también coincidió carnaval, diría lo mismo hace ya 7 años el primer día que la vio. Pero el añadiría: -¡Que torrijas........
Y es que, Torrijas Point, es especial. No se deja querer si no es con la marea adecuada, y a veces hay que tomar un café y esperar. Si además es carnaval, y la mujer del mesonero, cocinó pan empapado en leche, rebozado con huevo y "fritito" en la satén, de pincho.... pues ya se sabe.
Hoy, que estaba espectacular, pero "mediometrero" me acordé mucho de mi amigo, y viendo la cara del nuevo amigo "descubridor", me hizo pensar en los buenos momentos vividos en tantos sitios y con tanta gente.... ¡Mola!

O Pequeno Waikiki

Muchos días me separan del último baño de despedida en Pantín el 19 de Noviembre pasado. Despedida, pues me tenía que someter al día siguiente, a una operación de Exostosis del oido derecho. Recuerdo esa mañana, en Pantín, llegar sólo, y echarme muerto de frío, junto a Cristinita Bremón (Como pasa el tiempo), y una guiri asidua a nuestras playas. Al rato se sumaron al baño, Deguananonli y KingMatt. Al salir, visita a la caravana de Laly y Carlos y para casa.
Dos meses y medio después, un trozo menos en el oido, un importante trozo más en la barriguita de Arancha y un Blog, me he echado. En la playa que más me gusta del mundo,O Pequeno Waikiki, y junto a KingMatt y Carlos Pita. El primero, demostrando que estos meses practicó el Crosstep y el último, pegándose una remada de campeonato. Alguna derecha, una en especial, y un fuerte viento offshore, aparte de las risas y de echar de menos a otros amigos, me llevé de vuelta a casa.
El olor a sal en la toalla, al colgarla, abrió la despensa de los recuerdos y me hizo sentir que ya había regresado al mar.
De momento vengo para quedarme una buena temporada, aunque ya me ha dicho el doctor, que para el año, vaya pensando en operarme el izquierdo. Y es que, 20 años sin tapones es lo que tienen. Ya sabéis: Póntelo pónselo...