15 OLAS

Como para mi los años siguen discurriendo de verano a verano, es decir, en Septiembre acaba un año y empieza otro cual año escolar, he de decir que desde comienzos del 2008(Septiembre/Octubre), el surf dejó de ser algo prioritario en los quehaceres diarios.
Otras cosas por hacer, la falta de mis amigos con los que surfee durante 25 años, y sobretodo, la masificación de los picos que me rodean, fueron las causas. Hubo una temporada en la que no disfrutaba, 2007/2008 y entraba al agua enfadado y de mal humor. Cruzarme con un coche con tablas me ponía de los nervios, y de las escuelas no pienso volver a hablar...... en verano el nordés me desespera, etc.
Resultado: dejarlo por un tiempo. Apartarme y probar otras cosas.
La prueba ha sido satisfactoria. He descubierto que se puede vivir sin surf, algo que antes parecía imposible. Sin pensar en mareas, vientos, gilipollas de campeonato, frío, consumo de combustible, dolores de espalda.... pero también sin, puestas de sol desde el agua, buenas derechas largas y "gurdurosas", risas con los compis en el pico, viajes, siestas por puro agotamiento con el salitre saliendo por la nariz, etc.
He visto el circo desde fuera y asusta menos. Ha crecido, cada vez más, pero ahora, que la mayoría no te conoce, eres libre de caerte por que quieres, surfear con un traje de Decathlon, cantar en el pico a voz en grito, etc.
Ayer fue el cuarto baño del año. Y que baño! Sólo con Franky, un par de ingleses despistados, que tras el primer: vooooooy! lo tuvieron claro, y un asiduo visitante de Lugo muy agradable. Entrar cantando Cielito Lindo en alto, debe de ayudar. Entre que los dejas descolocados pensando: vale, este tío con esa barriga no puede surfear fijo. Y para que grita al cantar? coños, si llegó hasta aquí remando incluso puede que se ponga de pie.... y por que se sienta en el medio y medio?.
Ese tiempo de desconcierto, hay que aprovecharlo y coger la primera en el sitio exacto, no caerse y mirarlos por encima del labio con una sonrisa....... el baño proseguirá con alegría!
Total hora y media de sol, y un metro corto pero potente de laaaaargas derechas, y un par de izquierdas juguetonas. 15 olas en definitiva, buenas, muy buenas, que acabaron con mi cuello, mi espalda y mis brazos. 15 remontadas felices sonriendo y acariciando la superficie del mar con la palma de la mano. De las 15 ondas, recuerdo una. La más grande, la del -Voooooy!, la del rentry "a las 22:00h", ja ja ja. OLAZA, de donde saldrías?
Un paseo de vuelta con Fran, bajo el sol del mediodía. Duchita playera, y risas.
He vuelto al mar, a ver si me siguen estos vagos cabrones que me acompañaron siempre, Luis, George, Edu, Titín, y recuerdan aquellas mañanas de invierno en que las olas no lo eran todo, pero hacíamos ver que eran lo único.
Hoy más olas......., ¿donde? buscalas en otros blogs!