Es mecerse en una rama en un día de lluvia.
Es recorrer el horizonte mientras sentado, saboreas un trago largo de cerveza.
Es sumergir los pies en agua tibia, mientras la gente pasa a tu lado por la acera.
Es cegarse mirando al Sol durante la noche de los sueños.
Es vaciar de aire los pulmones y no volver a respirar sin ayuda, nunca más.
Es gritar una pregunta desde la cima, y que el eco te devuelva la respuesta.
Es tropezar cuando ya has caído y estás de bruces en el suelo.
Es oler con las manos, ver con la nariz, y sentir con los ojos.
Es la paranoia sensata de un loco extraordinario.
Es comer primero y cocinar después.
Es nadar de espaldas al cielo, en un mar del revés.
Es sacar la lengua para bailar y si os vais no volváis.
Es hacer de un día su noche, y de la noche la siguiente.
Es perder eternamente el primer puesto y ganar a la vez.
Es mirar la piel y sentir hambre.
Es tú, siempre es tú.
martes, 9 de junio de 2015
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