viernes, 5 de septiembre de 2014

POCO A POCO POCO A POCO

La verdad es que sufrí. Con pasión y una sonrisa, pero sufrí de lo lindo.
Amaneció precioso el día, despejado y con una capa densa de niebla baja, que no llegaba a afectar a nuestra casa.
Después de los dos yogures de rigor, y con los ánimos de Aran, que no sé si es porque salga a hacer deporte o por que me vaya de casa y la deje tranquila, cogí la bici y me largue.
Pensé en cambiar un poco la orientación de las salidas, así que me fui hacia el norte esta vez.
Dejé atrás la colina bajando por entrerríos de arriba, y salí a la general en el cruce del colegio.
Desde ahí por la carretera hasta el desvío de casa de Héctor(O Mirador do Paraño), donde ya seguí por la carretera de la costa.
Tranquilidad en una apacible mañana de septiembre. Gente surfeando la derecha de la Percebelleira, y la niebla desapareciendo, dejando paso a un sol achicharrante.
La cuesta del O Barco das Fabas(Furao) hacia Pantín se me hizo fácil, y después tan sólo tenía que dejarme llevar hacia la playa poco a poco.
Me las prometía felices y al llegar al Aqualón, además de ponerme de mal humor al ver todo el circo montado de las escuelas de Surf, comenzó mi calvario.
Subir por la antigua casa de Titín ya me avisó, pero tras bajar Baleo (que malas olas había por cierto, no vayáis nunca), los llanos y las bajadas desaparecieron. Y en su lugar una retorcida y tortuosa cuesta sin fin (the fucked endless uphill) fue abriéndose delante de mis ruedas.
Todo esto para los que estéis en forma, o seáis ciclistas serios, os parecerá una chorrada. Pero para mi esa cuesta, el día de hoy, fue sencillamente demoledora y cabrona.
Al final conquisté Punta Conguito, y me dispuse a bajar hacia Vilarrube.
Hay un pequeño cambio de rasante, y al llegar casi arriba, distingo a dos caminantes(senderistas en cool speak), que atrapan (literal) a su perro pastor de Brie ENORME, antes de que yo pase. Ahora dudo si era un De Brie(siempre me gustaron) o un Snauzzer Gigante de esos. Total, que paso y amigablemente les sugiero que soy bueno y no le iba a hacer mal al perriño, y riéndose contestan: -Créeme lo hacemos por ti, odia las bicicletas. Pienso en mi perro Mou, que tiene el mismo trauma, y continúo bajando.
La sorpresa, a unos doscientos metros del suceso del perro, me encuentro con tres corzos, algo habitual por aquí, pero que esta vez aguantan bastante tiempo enfrente de mi en la carretera, antes de marcharse monte arriba.
El acontecimiento realmente increíble vino a continuación.
Yo, que en la subida infernal me había sacado el casco(calooor) y lo había colgado en el manillar, me tiro cuesta abajo a tumba abierta cuando de repente, una sombra corriendo a mi lado derecho me da un susto de muerte, me hace frenar como puedo y casi ir al suelo. Resulta que era el casco enganchado que volaba libre por la velocidad. Puffffff, pavernosmatao!! Juro que lo vi hasta saltar y era un perro, pero no.
Bueno, resumiendo el paseo, tras descansar un rato enfrente de Caneiro contemplando la mejor playa del mundo, Vilarrube(perfecta para el padel hoy Fran), volví a Valdo por la general. Piernas rotas, accidente incluido con 4 ambulancias y muy mala pinta, y una manzana robada en una leira como avituallamiento.
24 Km, nada más, pero duros dado mi estado actual y la bici que uso.
En conclusión, que divertido es salir en bici temprano en verano. Que pasada de país tenemos los gallegos. Y que bueno poder compartirlo y saber que me esperan algunas mañanas más así.
Entre la bici y el retorno al Surf, espero que el verano que viene no me agobie tanto subir escaleras, o agacharme a por las sardinas de la parrilla.

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